TODO SIERRA Todo Sierra dos | Page 13

Ciencia ficción pura y dura

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La especie aérea inteligente vivía en las montañas sobre todo en las tres cordilleras principales de esa tierra, era una especie libre que se alimentaba de los dadores de nubes: la presión atmosférica en el planeta Luz era diez veces superior a la del mundo de los humanos y sus nubes diez veces más densas, eran para esos ángeles libres como lagos en el cielo; estos seres utilizaban la fuerza del aire para obtener su tecnología, molinos en el aire y en las montañas o vehículos aéreos con aerogeneradores; poseían un espíritu bondadoso fuera de lo común y pasaban sus últimos dos años de vida disfrutando de su única pareja (con la que vivía fielmente desde su juventud), alimentándose y haciendo el amor sin parar de volar entre las nubes, dejándose llevar por las corrientes de aire como única forma de descanso; eran muy parecidos a los

cóndores pero mucho mas grandes, con unos cuarenta kilos y con dedos en las manos y los pies, manos en las que tan solo los antebrazos nacían de las alas y con una cara humana muy bella.

La última especie la que vivía en tierra firme era la más similar a la humana, a excepción de ciertas diferencias en su cráneo y esqueleto, muy protegido ambos con un sistema de movilidad muy avanzado, pues aún poseyendo más incluso partes incluso blandas que el ser humano, estás partes blandas eran muy superiores en resistencia y sus huesos poseían cavidades huecas donde se albergaban musculatura de supervivencia que aún siendo estos muchísimo más débiles que sus músculos naturales, podían servir como los de los móluscos para dar movilidad al cuerpo cuando este se lesionaba a modo de exoesqueleto y musculatura interior. Estos seres construían nanotubos de carbono y máquinas vivas a base de virus simbióticos, los únicos que se habían adaptado a la vida no violenta y su tecnología era la del construir ciudades y cadenas de montaje de vehículos con la única ayuda de su nanotecnología y utilizando los ácidos nucleídos de los virus como ingenieros eficaces.

Tres cosas pasaron en ese mundo