Las dudas, el miedo, la incertidumbre y las ganas de aprender son unas de las tantas cualidades
que tenemos nosotras las mamás. Desde el primer momento de embarazo comienza toda esta
travesía, aunque muchas veces dicen que el proceso de ser mamá comienza cuando tu bebe
nace y lo tienes en tus brazos. Cuando llega ese momento el amor y la felicidad te invaden y te
sientes mas fuerte que nunca, aunque sabes que es cuando más débil eres, desde tu estado
físico hasta tu estado emocional, pues todas las hormonas hacen de las suyas en esos primeros
meses.
El proceso de maternidad es tan diferente como lo es cada embarazo y cada bebé, es por eso
que una de las reglas es no atreverte a juzgar el proceso que lleva cada una de ellas, sin
embargo a veces caemos en el error y criticamos a la que no lacta, a la que si lo hace durante
mas de 2 años, criticamos si lo deja llorar, si lo tiene mucho tiempo en brazos, si no le tiene un
horario, si no lo tiene y un sinfín de cosas que llegamos a criticar cuando es diferente a lo que
nosotros hicimos o estamos haciendo .
Por otro lado, la maternidad es tan importante vivirla como sentirla, porque vale más lo que el
corazón te dice que lo que los demás dicen, sin embargo, lo que pueden aprender de otras
mamas o de otras personas expertas puede llegar a ser valioso para prevenir o estar
preparados para las diferentes circunstancias que se presentan en todo este proceso, porque si,
es un proceso lleno de aprendizajes y mucho amor.
¿Qué si todo es color de rosa? No, lamento decirles que no, en todo este proceso existen
altibajos, y que altibajos, porque por mas amor, paciencia y dedicación que se tenga la
autoestima y el corazón se derrumba por el agotamiento, lo poco que se duerme, el dolor que
se siente por el post-parto, la lactancia y a eso súmale la incertidumbre por el llanto que tenga
el bebé.