Todas los hombres son sujetos con derechos y obligaciones,
Todas las mujeres son sujetos con derechos y obligaciones,
Por lo tanto, todas las mujeres son hombres..
Negación del antecedente
Un ejemplo de aplicación de este esquema erróneo de razonamiento se ve a continuación.
Afirmación del consecuente
Falacias Formales
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Como se ve, este tipo de razonamiento tiene una semejanza superficial con la forma válida del modus ponendo ponens; sin embargo, se trata de razonamientos , muy distintos.
En la falacia de la afirmación del consecuente, se presenta una condicional, y lo que se afirma después no es el antecedente del condicional, sino su consecuente, lo cual no nos permite derivar correctamente la conclusión pretendida.
Nota: Existen casos en los que la afirmación del consecuente no se comporta como una falacia
Si la puerta está abierta, entonces no está cerrada.
La puerta no está cerrada.
Por consiguiente, la puerta está abierta.
Fuente: https://www.retoricas.com/2015/03/ejemplos-de-afirmacion-del-consecuente.html
Ésta se podría ejemplificar de la siguiente manera:
Si Juan trabaja, conseguirá lo que se propone,
Juan no trabaja,
Por lo tanto, Juan no conseguirá lo que se propone
En el anterior razonamiento se pretende, errónamente, negar el consecuente de un condicional como consecuencia de haber negado que se diera su antecedente. A pesar de la aparente similitud de este razonamiento con el esquema válido llamado modus tollendo tollens, este último lo que establece es que, dando un condicional, si se niega el consecuente, se concluye la negación del antecedente (pero, evidentemente, no viceversa).
Cuatro términos
Este tipo de razonamiento parece imitar un silogismo categórico, pero en realidad incumple la primera de sus leyes, a saber: el silogismo se compone de tres, y sólo tres, términos: mayor, menor y medio. Por ejemplo:
Todo león es un animal,
Esta estatua es un león,
Por lo tanto, esta estatua es un animal.
Como se ve en el ejemplo, aunque, a primera vista, éste se compone sólo de tres términos (león, animal y estatua), en realidad está formado por cuatro, pues león se entiende en un sentido en la primera premisa, y en un sentido distinto en la segunda. En este ejemplo se comete también la falacia de equívoco, que más adelante veremos.
No universalidad del término medio
Este tipo de falacia no tiene un nombre comúnmente establecido, pero aquí nos referimos a la falacia que resulta del incumplimiento de otra de las leyes del silogismo categórico, a saber, la que determina que el término medio debe ser universal por lo menos en una de las premisas. Cuando esto no sucede así puede presentarse un razonamiento defectuoso:
Si estoy en España, me encuentro en Europa.
Dado que estoy en Europa, estoy en España.
NOTA: Para rebatir este tipo de falacias debes mostrar que la conclusión podría ser falsa aunque las premisas sean ciertas