EDUCADOR ANGUSTIADO
Paraliza casi siempre, la iniciativa de los alumnos. Es decir; no deja que sus
alumnos desarrollen ciertas capacidades como la creatividad, la responsabilidad
de llevar a cabo una iniciativa, etc.
EDUCADOR INDOLENTE
Deja plena libertad a sus alumnos, más por desatención que por principios.