Think Now Octubre 2022 | Page 24

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A pesar del reducido papel político al que se vio reducida la monarquía británica tras la Segunda Guerra Mundial , esencialmente simbólico , y de los cambios que se produjeron en la relación con las antiguas colonias , Isabel II procuró preservar el carácter unificador de la Corona en el espacio político del antiguo imperio británico , convertido en la Commonwealth tras el proceso de descolonización iniciado en los años 60 . Con este objeto viajó por todo el mundo como no lo había hecho ningún otro monarca , estrechando vínculos con súbditos de las más diversas razas , creencias y culturas . No obstante la popularidad y el respeto que le dispensaban sus súbditos , Isabel II no pudo evitar que los escándalos familiares denotasen la existencia de cierto anquilosamiento en las estructuras de la monarquía . El año 1992 ( que la misma soberana calificó de annus horribilis )
fue un punto de inflexión al divulgarse las desavenencias conyugales de sus hijos : el príncipe Andrés se separó de Sarah
Ferguson , las tensiones entre Carlos de Inglaterra y la popular « Lady Di » pasaron al dominio público , y se consumó el divorcio de la princesa Ana , separada tres años antes de Mark Phillips . Los pocos que la conocieron ( casi nunca concedió entrevistas ) habitualmente señalaban el alto sentido del deber y el apego a la tradición como los principales rasgos de su carácter ; ordenada y práctica , gustaba de los juegos de salón y de los rompecabezas , y sentía pasión por los caballos y los perros . El año anterior a su fallecimiento hubo de lamentar el de su esposo ; y como ocurrió con la reina Victoria , cuando Isabel murió a los 96 años de edad , la inmensa mayoría de sus súbditos no podía recordar un tiempo en que no hubiese sido su reina .