Think Now Agosto 2020 | Page 6

Carta Editorial Desde hace semanas la portada de Vogue llamó mi atención. Y más allá de la presencia fuerte de Karen Vega, es el notar que, más allá del glamour característico que sus portadas tienen, el elemento que dota lo tradicional, la naturaleza, la esencia del espíritu ancestral que aún se mantiene tanto en la piel de Karen, como en todo el concepto que recrearon. La magia de las portadas de este estilo es eso, que van más allá de lo estético. Nos dotan de orgullo. Tal como la edición de aniversario donde retrataron a María Lorena Ramírez, una joven corredora rarámuri, sobre un montículo de piedras, ante el sol, portando su tradicional vestimenta que incluye unos huaraches y un vestido naranja. Podemos verla empoderada, como una mujer que no se detiene ante nada y que puede lograrlo todo. Lo mismo proyectó la portada de Yalitza. Bellísima, por cierto. ¿A qué voy con esto? Poco a poco -y aunque en algunos casos más difícilestamos rompiendo esas barreras absurdas que se tiene hacia estas comunidades y más en el mundo de la moda. Debemos entender que ellos son la parte más pura de nuestras tradiciones, nuestra historia. Su piel tiene el color que nos caracteriza, esa esencia del mexicano fuerte, trabajador, persistente… que lucha por sus sueños y gana. Porque lo hace a la mexicana y lo hace bien. Estas mujeres son inspiración. Más allá de las demás celebridades presentadas, me quedo con estas ediciones más tradicionales. Mostrando lo mejor de México: sus mujeres. Esas que llevan las raíces, la tradición de sus ancestros en las venas, en la piel, en los ojos y sonrisas. Pero que también llevan el orgullo, el talento y la inteligencia de saber brillar por sus propios medios. Sí, con esas mujeres me quedo. Porque más allá de las ropas o accesorios. Son mujeres que están marcando el camino, no solo para las comunidades indígenas, sino para todas en general. -RM