TN: Comencemos por tu historia, ¿Cómo y a qué edad
inicia tu amor por el deporte? do dentro de tu carrera deportiva como atleta profe-
sional?
JO: Comencé a hacer deporte desde los 5 años ¡Ni yo
sabía que me iba dedicar a los clavados! (nos mencio-
na entre risas). Mi papá fue futbolista, él quería que si-
guiera sus pasos y fue así como me incursionó dentro
del mundo del deporte. Llegué a practicar Taekwondo,
Karate, fútbol, y clavados (ese fue el deporte que nunca
dejé). JO: ¡Han sido varios! El primero y el más importante,
fue salirme de mi casa y dejar a mi familia a los 15 años
de edad para irme a vivir a Guadalajara. Mi entrena-
dor en ese tiempo (Iván Bautista) había sido contratado
allá, así que decidí cambiar mi residencia a Guadalajara
para poder seguir en este deporte.
TN: ¿Por qué salto sincronizado?
TN: ¿Cuál fue el impulso para convertirte en atleta de
alto rendimiento?
JO: Porque es una prueba olímpica que disfruto ejecu-
tar. Comencé a hacer salto sincronizado con mi compa-
ñero Rommel y la verdad es que hasta la fecha nos ha
ido muy bien. Me encanta competir en saltos sincroni-
zados, pero también de manera individual. TN: Hable-
mos un poco de tu trayectoria, ¿Cómo fue el camino
previo hacia tus primeros juegos olímpicos?
JO: Eso lo viví exactamente cuando tuve la oportuni-
dad de competir en mi primera olimpiada nacional que
se llevó a cabo en Mérida, Yucatán. Tenía 9 años y éra-
mos un poco más de 60 participantes. Ahí fue dónde
gané mis primeras medallas en clavados (dos medallas
de plata). A partir de ese momento comenzó un trabajo
de alto rendimiento tanto para mis papás como para mí;
vivido eso, mi objetivo se volvió claro “Ser medallista
Olímpico”. Prácticamente a partir de ahí mi vida se hizo
de alto rendimiento.
JO: Fue largo, muy largo. Yo llegué de 26 años. Sin
embargo, empecé a prepararme para juegos olímpicos
desde el 2008 cuando tenía 18 años. Fue largo porque
durante todo ese tiempo no lograba clasificar a algunos
por situaciones como lesiones o simplemente no me
encontraba en mi mejor momento. Fue hasta los juegos
olímpicos en el 2016 donde años de trabajo y experien-
cia se vieron reflejados y me llevaron a ganar el nacio-
nal aquí en México, para después ganar una medalla de
bronce en la copa del mundo. Fue así como conseguí
pase directo para competir en los juegos olímpicos.
TN: ¿Existen rutinas (alimentación y ejercicio) que un
atleta como tú debe seguir?
JO: La verdad es que la alimentación depende de cada
atleta. En particular yo me cuido mucho, soy vegeta-
riano desde los 13 años. En cuanto a ejercicio, cuento
con un preparador físico que se encarga de ponerme
rutinas exactamente especializadas en clavados para
generar potencia.
En general trabajo todo el cuerpo y trato de cui-
darme bastante bien. Otra de las partes impor-
tantes son mis horas de descanso, el dormir
bien siempre es prioridad.
TN: En tus inicios, ¿Cómo fue vivir la experiencia dentro
de tu primer campeonato mundial en el año 2013?
JO: ¡Fue muy buena! Solamente iba como par-
ticipante en clavados sincronizados junto
de Rommel Pacheco. Por el lado de
Rommel era su quinta aparición
en pruebas de ese nivel.
Así que, con la
TN: ¿Cuál ha sido el mayor
reto que ha surgi-
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