Irene Martínez, redactora de Cuatro Huellas
Reptiles, anfibios
Los reptiles y anfibios son un mundo y, me atrevo a decir, que nadie mejor que sus humanos para saber qué hacer. El tiempo que llevo trabajando en este mundillo me ha permitido descubrir una realidad innegable: los humanos que eligen vivir con estos animales son unos grandes expertos en la especie que tienen en casa. Y yo poco tengo que decir sobre ellos.
Hay que tener en cuenta si la especie que queremos albergar es desértica o arborícola porque todo cambia: la luz, la humedad, los accesorios, la temperatura e incluso el tamaño y forma del terrario o paludario.
Las especies desérticas, como las pogonas, necesitan terrarios horizontales mientras que los arborícolas, como el dragón de agua chino, verticales. Independientemente de la forma o el tamaño hay que decorarlos para que imiten el lugar en el que viven en libertad.
En cualquier especie, algo que jamás puede faltar es un refugio mínimo en la jaula o terrario. El refugio es el lugar dónde se esconden si pasa algo que les de miedo, si viene gente a casa y no quieren que les vean o si quieren dormir y tienen frío.
El estrés en animales tan pequeños puede tener un desenlace fatídico, por lo que, dándoles lugares para esconderse, podemos reducir ese estrés.