The Pet Journal Septiembre2017 | Page 15

Cada seis meses se lleva a cabo el famoso e indeseado cambio de hora para adaptarnos al horario de verano o al horario de invierno. Puedes intuir por el título que, efectivamente, el cambio de hora también afecta a nuestros perros y es que, todo ser vivo del planeta, responde a unos ciclos circadianos que marcan el reloj biológico de cada uno.

Si hay una especie que lleva su reloj biológico en hora, esa es el perro. Cuando el perro está acostumbrado a dormir a cierta hora, a comer a ciertas horas, a salir de paseo a una hora en concreto… su cuerpo le informa y ahí lo tenemos: cuando llega la hora de comer, de dormir o de pasear nos lo hacen saber. ¿A que sí?

Pues imagínate el descontrol que lleva con este cambio de hora al que tu perro es totalmente ajeno y que, sin embargo, se debe adaptar porque depende de nosotros, y como nosotros nos tenemos que adaptar, sin querer vamos modificando esas horas y les afecta, claro que les afecta.

Así, podemos ver perros que de repente se orinan en casa cuando nunca lo han hecho, demandan comida cuando no les toca (pero en realidad sí), están más intranquilos a la hora de dormir porque ya se ha variado el ciclo del sueño…

En definitiva, algo parecido a lo que nos pasa a nosotros durante la primera semana. Tenemos más sueño, más hambre y recordamos a cada momento que ya podrían dejarse de tantos cambios horarios y ser, en ese sentido, un poco más animales y regirnos por el horario solar, que nunca engaña.

No debes preocuparte por todos estos posibles síntomas que tu perro presente. Los cachorros, los perros enfermos y los perros más mayores son más sensibles a estos cambios que podrán superar en una semana, la semana de adaptación, pero si observas que desde el cambio de hora no acaba de adaptarse, no dudes en consultarlo al veterinario.

Para el próximo cambio de hora, mi recomendación es que no esperes a cambiar de un día para otro la rutina de tu perro. Puedes hacerlo paulatinamente, adelantándote o retrasándote dependiendo de cómo vaya a ser el cambio de horario, unos 10 minutos cada día, de forma que evitaremos esa brusquedad de cambios en la rutina del perro y, por ende, en su reloj biológico.

Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”

No debes preocuparte por todos estos posibles síntomas que tu perro presente