The Pet Journal Septiembre2017 | Page 11

Puede ser que inconscientemente hayas fomentado que tu perro ladre y ya no sea lo gracioso que era; pero eso tu perro no lo entiende. Ellos necesitan coherencia en la convivencia y sentir que pueden comunicarse.

Nunca recurras técnicas aversivas, ni punitivas, la experiencia nos dice que lo que al principio parece mejorar, deriva en problemas mayores con el tiempo. Una emoción nunca debe ser castigada.

Un buen ejercicio es observar a tu perro e intentar distinguir los tipos de ladridos. Es sorprendente el repertorio que podemos identificar.

Los que convivimos con perros debemos ser muy conscientes de que no son objetos con un botón de encendido y apagado, son seres vivos con su maravillosa complejidad e individualidad.

Un libro realmente recomendado ¿Qué puedo hacer cuando mi perro ladra? de Turid Rugaas.

Ideas para reducir los ladridos de tu perro

Nunca le grites para que deje de ladrar. Podría reforzar aún más el comportamiento; recuerda que hablamos de estados emocionales. A parte de su estado emocional, asociar que el tuyo es de enfado no resulta nada recomendable.

Utilizar dispensadores de comida tipo kong, Chew Ball: elige el tamaño y la dificultad adecuadas a tu perro; lo ideal es que las primeras veces sea fácil.

Estimulación mental y juguetes interactivos adecuados a la edad, estado físico y habilidad del perro.

Trabajo de olisqueo (Nose Work).

Realiza actividades que le gusten a tu perro y que no le exciten, como un paseo por la montaña.

Pasa ratos tranquilos y en silencio con tu perro. Recostado, sentado debajo de un árbol en la naturaleza; busca crear estados emocionales de calma.

Ana de la Fuente Alvarez, de OH! fancy dog