The Pet Journal Septiembre2017 | Page 10

Imagina que has tenido una noticia fantástica y que llegas a tu casa y todos te ignoran. ¿No llegaría un momento que gritarías "¡ESCUCHÁDME!"?

Piensa un momento, ¿conoces a alguna persona que siempre resuelva situaciones a gritos? Podría ser que haya aprendido que es el único modo de ser escuchada y de solucionar esa situación.

Muchas veces nuestros perros intentan comunicarse con nosotros pero, al no ser escuchados, necesitan gritar para que atendamos esa emoción. Y es que, las emociones deben ser tratadas del mejor modo para el perro, dependiendo de la situación. Es diferente el caso de la alegría y el miedo.

Ladrar es un gran gasto de energía. Si tu perro ladra constantemente, lo ideal es que contactes con un profesional que trabaje desde el respeto y evalúe el modo de ayudaros en vuestra convivencia.

Es muy real que el mismo estrés que te genere a ti ese exceso de ladridos se lo esté generando al perro, tanto el ladrar constantemente, como algún factor interno o externo que no hemos detectado.

Convivimos; y en esa convivencia nos acabamos habituando a muchos de estos ruidos