The NON Magazine - N° 04 | 页面 9

Cogito, ergo sum feriado o no? O quizás, ¿ por qué la clase política debe decidir sobre algo que es tan íntimo y personal en la vida de una mujer? Probablemente, podemos encontrar muchas respuestas a estas interrogantes, pero el punto central acá es que nuestro país necesita con urgencia despenalizarlo por razones como las que se detallan a continuación.
Chile, país de contrastes
Uno de los motivos para defender esta postura es que hoy en día Chile avanza a pasos agigantados hacia su desarrollo económico. Nuestro país está bien posicionado en muchos rankings internacionales o encuestas. Sin embargo, este desarrollo no se condice con el análisis de estadísticas de mujeres muertas por realizarse abortos en lugares precarios porque no poseían los medios económicos para acudir a un lugar que le diera la seguridad de que sería un procedimiento profesional, aunque igual de ilegal, o si se revisa la encuesta CASEN o alguna otra estadística del Ministerio de Desarrollo Social, que muestra que muchas familias son pobres o han entrado en el círculo de la pobreza por la gran cantidad de integrantes que poseen sus familias, niños en su mayoría.
Casos como los expuestos anteriormente han sido exhibidos en el programa Contacto de Canal 13, en especial en un programa emitido alrededor de diez años atrás, en el cual denunciaban una clínica abortiva y en donde curiosamente solo se atendían mujeres pertenecientes al estrato alto, actualmente denominado ABC1. Este fenómeno ocurría, y ocurre, porque aquellas mujeres poseen la solvencia económica para pagar los altos costos que significa realizarse un aborto e incurrir en un delito. Ahora, no necesitamos ver programas de televisión para saber que existen muchas clínicas clandestinas funcionando, contando muchas de ellas con excelentes gineco-obstetras, enfermeras y personal calificado a los cuales las mujeres de escasos recursos no pueden acceder porque el costo del procedimiento probablemente significa el dinero que jamás han poseído.
Otra razón que avala esta tesis es que un gran número mujeres se embarazan porque su método anticonceptivo falló, sin dejar de mencionar que aún existen consultorios u hospitales que implantan el DIU( Dispositivo Intrauterino), el mismo dispositivo que ha sido puesto en tela de juicio en una veintena de ocasiones por su falta de eficacia, por su peligrosidad y porque existen estudios que aseguran que es cancerígeno. También, porque olvidaron tomarse la pastilla ya que un hijo enfermó y su mente se ocupó en cuidarlo o porque, y lo que es más lamentable aún, nunca recibieron una adecuada educación sexual y jamás han usado un anticonceptivo por vergüenza, por miedo o porque no entienden qué hacen ni cómo funcionan. Estos casos generan muchas veces un embarazo no deseado que solo trae consigo problemas a la madre y a esas familias que apenas sobreviven, cuya llegada de otra persona es sinónimo de más pobreza y dificultad. Sin contar que estudios revelan que esto afectará luego en la autoestima y desarrollo de aquel niño.
Por otra parte, la píldora anticonceptiva ha celebrado más de 50 años de vida, tiempo en el que ha otorgado independencia y seguridad a muchas mujeres. Pero es necesario mencionar que posee un 98 % de eficacia y este puede variar dependiendo del organismo de cada mujer. Además, en los últimos años, han salido a la venta numerosos métodos anticonceptivos ya sea hormonales o de barrera, pero ninguno asegura un 100 % de efectividad. Muchas veces, mujeres que tomaban anticonceptivos a base de hormonas y además sus parejas usaban preservativo, han quedado embarazadas porque el método de barrera se rompió y porque además la pastilla falló, no pudiendo interrumpir esa gestación ya que estarían violando la ley.
Las mujeres y su derecho a decidir
Cabe señalar que en esta época de modernidad, en donde se ha visto el renacer de las mujeres, en donde hace más de 60 años tienen derecho a sufragio, se puede pensar que también tienen derecho a decidir sobre qué hacer con su cuerpo, cuándo, dónde y con quién. Pero esto no es una aseveración porque claramente no es así, ya que no tienen derecho a decir“ sí, yo quiero abortar” porque serían juzgadas y procesadas en este mundo en donde el Congreso y los Tribunales de Justicia están compuestos en su mayoría por hombres. No obstante, las mujeres sí tienen la opción de alzar su voz y decirle al mundo“ para mí el aborto es una opción porque es mi cuerpo y tengo soberanía sobre él y porque además yo quiero resolver si quiero o no ser madre y cuándo hacerlo”. Toda mujer debería tener la posibilidad de ejercer ese derecho o de manifestar su determinación de no ser madre porque no quiere hacerlo ya sea por no sentirse preparada o porque no posee una situación económica compatible con los gastos que implica tener un hijo.
A su vez, existen otros incalculables casos en donde jovencitas se embarazan porque comienzan con su actividad sexual a muy temprana edad, porque dentro de su núcleo familiar no existe comunicación o jamás conversaron sobre sexualidad y anticoncepción; por vergüenza; y porque además el sistema educacional chileno carece de una educación afectiva y sexual. Lamentablemente, nuestras familias y nuestra sociedad falla en estos casos y esa joven inmadura deberá ser madre, lo que en algunas ocasiones trae como resultado que la precoz mamá debe abandonar sus estudios por dedicarse a su embarazo y a su hijo. Esta situación muy común en nuestro país, en algunos casos genera la creación de un círculo vicioso porque esa joven no retoma sus estudios y solo opta a trabajos mal remunerados y no puede darle una vida adecuada al infante que se desarrollará en medio de la falta de oportunidades.
Para nuestra desgracia, la Constitución que rige a Chile vino a sepultar la única opción de aborto que existía, el aborto terapéutico, el cual se aplicaría a esos casos en donde el embarazo no es viable porque el feto viene con malformaciones o no se desarrollará y nacerá un niño que no vivirá o porque el embarazo pone en riesgo la vida de la madre. La interrupción del embarazo en estos casos está avalada por médicos y expertos, pero aún así, esas mujeres no pueden optar y deben vivir todo su embarazo sabiendo que no podrán criar a ese bebé o viendo como en muchas ocasiones su propia vida se ve amenazada por un embarazo riesgoso que no pueden interrumpir legalmente.
Claramente, la legislación del aborto en todas sus expresiones es un camino largo que está y estará lleno de controversias y contrapartes, en donde las mujeres deben escuchar al Chile moralista y conservador, en donde la Iglesia Católica, evangélica y otros credos tildarán la opción de criminal y en donde el camino a seguir será mantener la propia convicción y hacer valer la opción. La fuerza que poseen las mujeres no les hará bajar los brazos en la lucha por ejercer el derecho imperante a decidir sobre cómo actuar y más allá de toda discusión, lograr el derecho y tener la plena libertar de decir“ yo no quiero tener un hijo”.
Puedes leer más sobre el tema en:
http:// www. chile. com / secciones / ver _ seccion. php? id = 83372
http:// www. elmostrador. cl / opinion / 2012 / 03 / 20 / aborto-terapeutico-elderecho-a-decidir /
http:// viva-chile. cl / 2012 / 03 / proyectos-para-legalizar-el-aborto-en-chile /

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