Por Andrea Román Olmos.
Entre neuronas y personas
EL CALLEJÓN SIN SALIDA
Desde hace mucho tiempo que profesores, estudiantes, familias completas, han salido a las calles a denunciar las problemáticas que los aquejan. Las nuevas generaciones han sido críticas no solo con el actual Sistema Educacional, sino que también con todo un Modelo que ha intentado instalarse en las vidas de las personas. Gracias a esto se ha logrado visibilizar lo que por mucho tiempo había estado invisibilizado por los medios de comunicación, las cosas dejaron de ser lo que eran, los protagonistas esta vez fueron las personas.
El sistema de endeudamiento y la calidad en la Educación son realidades que afectan directamente a las familias Chilenas, las demandas del Movimiento Estudiantil dejaron de ser Estudiantiles cuando se comenzó a concebir la Educación como un Derecho Social que debía ser garantizado por el Estado. Cuando se instauró este concepto de Derechos Sociales involucramos a otros sectores en nuestra Movilización, porque dentro de los Derechos Sociales encontramos la Vivienda, la Salud, los Derechos Laborales, entre otros.
El tema de la calidad en la Educación es punto obligado en cada discurso que emerge desde las autoridades locales. Los anuncios que se han hecho al respecto no han buscado mejorar la calidad en la Educación, solo han buscado profundizar aún más en las ideas que hemos estado criticando desde el año 2006. Los profesionales entendidos en Educación comprendemos que el proceso de Enseñanza y Aprendizaje debe ser significativo para que éste sea efectivo en la vida de las personas, no está de más mencionar que no terminamos de aprender – el proceso es inacabado- y que inevitablemente estamos contribuyendo en el aprendizaje de los que nos rodean – no sólo aprendemos en las aulas, lo cotidiano cumple un papel fundamental-. Nos han acostumbrado a la idea de que nuestros conocimientos son medibles( tienen valor numérico), en este sentido son clasificables, podemos decir que alguien es mediocre porque obtiene una nota insuficiente( un rojo), como también podemos decir que alguien que obtiene un siete es un excelente estudiante y que por lo mismo es el mejor de todos. Nos hemos acostumbrado a esta idea superficial de clasificar a las personas, no podemos desconocer que esta idea ha sido internalizada por la sociedad en general.
Nosotros, como futuros Docentes, sabemos que el concepto de aprendizaje rompe las barreras de las calificaciones; sabemos que una nota“ uno” no refleja lo aprendido por un estudiante; sabemos que los Estudiantes pueden aprender de sus propios errores y que las frustraciones que pueden generar estas prácticas de carácter discriminatorio lo único que conseguirían sería menoscabar a la persona, disminuirla frente a otros.
Precisamente, esto es lo que se quiere conseguir con el proyecto de la Carrera Profesional Docente que se quiere aprobar, se pretende promover la competencia entre docentes, se quiere medir la calidad de estos mediante pruebas estandarizadas que tendrán como resultado un número para cada profesor que rinda esta prueba. De esta manera se definirá la calidad del docente( si es bueno o malo), los que obtengan un resultado insuficiente, no podrán ejercer – porque estarán incapacitados-, y por otro lado los que obtengan un resultado alto serán los profesores que merecen tener un sueldo alto y que pueden ejercer sin ningún problema en el sistema actual de Educación. Además, los profesores que ya estén ejerciendo y que tengan un mal resultado en esta prueba serán castigados con una disminución en su salario. Esto, según las autoridades, contribuiría directamente con la calidad de la que hoy carece el sistema Educacional Municipal( porque estas mediciones no se harán al sector privado). Lo que se está intentando replicar es el mismo sistema de evaluación que hemos criticado anteriormente, este sistema de evaluación no está acompañado de una capacitación por parte del Ministerio de