Cogito, ergo sum más común en la sociedad. Un homosexual nace así y es simplemente parte de lo que es. A pesar de que hay muchas personas inteligentes y razonables capaces de entender este razonamiento, aún hay demasiada ignorancia y miedo con respecto al tema, y por supuesto, grupos conservadores o ultra religiosos jamás podrán aceptar un razonamiento así, por más lógico que éste sea.
Si partimos del hecho que la misma homosexualidad es aún un tema tabú en Chile, la unión civil entre personas del mismo sexo lo es aún más. Pero no porque sea un tema difícil o le complique a algunos, se le va a ignorar. En Chile, como en todo el mundo, existe un gran porcentaje de personas homosexuales y estas personas tienen los mismos derechos, como parejas y como personas, que los heterosexuales. ¿ Por qué entonces negarles el derecho a la unión civil?“¿ No todos tenemos los mismos derechos? ¿ Acaso no es natural que dos personas que se amen puedan casarse?”( Paramore, 2011)
Homosexualidad en el mundo: apertura a la tolerancia
En el mundo ha habido muchos avances al respecto e incluso en nuestro país vecino, Argentina, ya es posible la unión civil entre personas del mismo sexo. Es la Homofobia( enfermedad que consiste en la fobia o rechazo a las personas homosexuales) la principal razón de que estemos tan atrasados al respecto. Permitir el matrimonio homosexual no quita derechos a nadie, sino que otorga derechos a alguien que no los tenía. Negar el matrimonio a los homosexuales es discriminarlos, mantener la marginación social que han sufrido en tantas épocas de la Historia( Paramore, 2011).
Según la ley, el matrimonio“ es una unión formal, que tiene por fundamento la ayuda y socorro mutuo, en la que los contrayentes quedan jurídicamente vinculados a establecer y continuar una comunidad de vida, la cual no dice que es necesario que sea entre heterosexuales”( Paramore, 2011). Sin embargo, para la Iglesia Católica, la unión de dos personas del mismo sexo es una“ aberración”, según las palabras del Arzobispo de Santiago Francisco Javier Errázuriz Ossa, quien representa a un gran sector conservador de la sociedad chilena, quien aún piensa que dos personas del mismo sexo no son capaces de amarse, y simplemente las une una“ enfermedad” o un simple deseo carnal, y no un sentimiento real de amor. También están los grupos un poco más“ liberales” que aseguran respetar a los homosexuales, mientras estos no sean visibles ni consumen sus relaciones, lo cual resulta tan absurdo como discriminatorio. El obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González Errázuriz, ha añadido que es un debate esquizofrénico y el Cardenal Jorge Medina ha rematado señalando que“ la tendencia homosexual es un defecto como si a una persona le faltara un ojo o un pie”. Todas estas declaraciones no hacen más que daño y provocan aún más discriminación. Es increíble que una persona eclesiástica, supuestamente cercana a Dios, y que predica la bondad y el entendimiento entre las personas, finalmente haga todo lo contrario, especialmente tomando en cuenta que son personas cuyas palabras son oídas y seguidas por muchos.
Llama también la atención que muchos políticos se pregunten si estamos o no preparados como sociedad en Chile para una ley de esta índole. Raro, porque nadie se pregunta si estamos preparados para respetar las leyes laborales, los derechos del niño o respetar las leyes de violencia intrafamiliar, violencia contra las mujeres, pedofilia o discriminación de cualquier tipo. Sin embargo, en el caso de la unión civil de parejas homosexuales, estamos hablando exactamente de lo mismo: discriminación y el derecho de una pareja a legalizar su unión. Las parejas tienen los mismos derechos, independiente de su condición sexual.
Si bien el matrimonio como tal, como institución regida por la Iglesia Católica, es algo establecido para un hombre y una mujer, la unión civil sí es un derecho para todo tipo de parejas, independiente de su tendencia sexual. No es justo que una pareja que pasa toda su vida junta, en una relación basada en el amor, al fallecer uno de ellos, todos los bienes que compartían y que construyeron a lo largo de su vida en pareja, sean heredados a la familia del fallecido y la pareja, viuda en este caso, se quede sin nada. Más aún, cuando en muchos casos, esa misma familia rechazó esta unión desde un principio por su condición.
“ En un mundo globalizado como el actual, en donde la diversidad, mayoritariamente, es vista como una virtud y en donde en la estructura familiar caben una variedad distinta a la clásica familia compuesta por padre y madre e hijos biológicos fruto de la concepción natural”( Cuevas, 2011), la unión civil entre personas del mismo sexo no es más que un paso lógico a ese desarrollo de la sociedad hacia una diversidad e inclusión naturales.
En conclusión, se puede decir que es muy difícil ser gay en Chile aún, y con mayor razón hablar de unión civil o matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, es una causa justa y noble, que tiene que ver con la cultura de un país, la tolerancia y el derecho de las personas a ser respetadas y aceptadas, sin importar su tendencia sexual o cualquier otro factor que no la define como persona en términos de bueno o malo. Se debe legalizar la unión civil entre personas, sin importar si son homosexuales o heterosexuales, porque más allá de eso, son personas.
Puedes leer más sobre el tema en: http:// www. scribd. com / doc / 57309926 / Ensayo-homosexualidad-1
http:// ensayosgratis. com / Acontecimientos-Sociales / Tesis-Favor- Del-Matrimonio-Homosexual / 11665. html.
http:// srtaparanoica. blogspot. com / 2007 / 11 / ser-gay-en-chile. html.
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