The NON Magazine - N° 02 | Page 9

Cogito, ergo sum
Claro que no solo los niños pueden obtener ganancias al ser bilingües. Puesto que no existe una edad perfecta para aprender un idioma, y según Jared Diamond, ganador del premio Pulitzer y profesor de geografía en la Universidad de California, el hablar dos o más lenguas reduce las posibilidades de adquirir Alzheimer en el largo plazo. Si bien no se evita la enfermedad, y tal como revela el estudio publicado en la revista Neurology, sí se puede retrasar hasta en cinco años la aparición de los síntomas de la enfermedad, tales como la pérdida de memoria, la confusión y las dificultades para resolver problemas, algo que hasta el momento ningún medicamento conocido ha logrado.
El inglés es uno de los idiomas que nos permite este intercambio social y cultural. Según el INE( Instituto Nacional de Estadísticas), en el año 2007 solo el 5 % de la población chilena hablaba inglés con fluidez. Es una cifra bastante baja comparada con el total de la población. Incluso, es casi parecida al 4,1 % del total que se considera indígena en el país y que habla una lengua propia, tal como el mapudungun, el aymará y el rapanui. Esta cifra disminuye considerablemente cuando se trata de otros idiomas como el japonés, el alemán, el ruso o el francés. Y dado que el inglés es el segundo idioma más hablado en el planeta – en base a hablantes nativos –, se hace necesario conocer esta lengua para comunicarnos con el resto del mundo.
Sin embargo, no solo beneficios sociales se obtienen al aprender un nuevo idioma. También están los beneficios mentales que este proceso conlleva. Según el Departamento de Ciencia cognitiva de la Universidad de California de San Diego, el cerebro humano organiza y reconoce múltiples lenguajes y las personas bilingües desarrollan con más facilidad una serie de funciones, por lo que hablar varios idiomas supone un enriquecimiento de la actividad cerebral. El idioma materno y el segundo idioma se procesan aparte, pues se encuentran espacialmente separados en los lóbulos del cerebro, y es por esto que desde que somos niños, el aprender dos lenguas nos ayuda a mejorar nuestros procesos cognitivos y nos permite desarrollar nuevas habilidades gracias al fortalecimiento cerebral y al aumento del coeficiente intelectual.
Además, también se pueden obtener beneficios de índole particular. Muchas veces, las personas que comienzan a aprender a hablar un idioma no creen que eso realmente vaya a afectar sus vidas de forma positiva. De hecho, el aprendizaje de idiomas es fundamental y una necesidad real en los tiempos actuales, ya que nos ayuda a crecer en nuestra vida personal, social, laboral y profesional. Ejemplo de ello es Dinamarca, un país próspero y económicamente estable, en donde se habla el danés. Es el único país en el mundo en donde la gente habla este idioma y, sin embargo, la gente aprende inglés para comunicarse con personas de otras partes del orbe. El danés les da identidad como sociedad, y al mismo tiempo el aprender otra lengua les ayuda a comercializar sus negocios con el mundo. Esto también se puede ver en las páginas webs de otros países de habla no inglesa que presentan versiones traducidas a ese idioma. Y existen casos en donde ya no se discute el aprender tan solo una segunda lengua hablada y escrita, sino dos, tres o incluso más, dependiendo de las necesidades que tenga una empresa y sus trabajadores.
Para finalizar, se calcula que en el mundo se hablan en la actualidad entre tres mil y cinco mil lenguas, de las cuales solamente seiscientas cuentan con más de cien mil hablantes, cifra que se considera mínima para garantizar su supervivencia a medio plazo. Y como ya sabemos que aprender idiomas trae beneficios cognitivos, que nos reduce la posibilidad de desarrollar Alzheimer tempranamente, que nos une más a la gente y su cultura en este mundo globalizado y que además nos da la posibilidad de encontrar nuevas oportunidades de estudios en el extranjero y que podemos aspirar a mayores y mejores cargos, ¿ por qué no elegir uno de los tantos idiomas existentes y aprenderlo junto al nuestro? Y si nos atrevemos a más, ¿ por qué no elegir tres o cuatro? No hay excusas para no creer que aprender una nueva lengua es realmente una necesidad.

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