The NON Magazine - Especial N° 03 | 页面 14

NON 14
La ciudad y los perros
Por A. S. Lara.
Ésta es la primera novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa. Escrita en 1963, nos cuenta de forma ágil las historias entrelazadas de unos adolescentes en la escuela militar Leoncio Prado, también nos va contando acerca de ellos antes de ingresar a este recinto y qué hacen en sus días de salida. Todo esto va dando las explicaciones a sus comportamientos y fines, así los descubrimos.
La forma en que está escrita esta novela nos recuerda al estilo de Faulkner: flashbacks, pasajes pasados en medio de desarrollos actuales, pensamientos de los personajes insertos en medio de diálogos decisorios para la trama. Saltos entre la historia de un personaje y la historia pasada de otros. Llega un momento en el cual debemos parar por un segundo y pensar“¿ acerca de quién estoy leyendo ahora?”.
La trama es bastante divertida. Comienzas por odiar a algunos personajes, quieres a otros y unos terceros te hacen reír, al cabo de unas cuantas hojas te das cuenta de que tienes afecto por los que odiaste en un principio y entiendes su historia; los otros que quisiste te dan pena, y los últimos, bueno, tendrán que leer.
Nosotros sabemos que estamos leyendo acerca de adolescentes, pero ellos tienen actitudes adultas, quieren demostrar ser el más fuerte. Lo quieren con tantas ganas que se vuelve a ratos una historia bastante bizarra en un mundo en que es totalmente aceptado y se espera que así sea.
Hay literatura en Latinoamérica también, y hay que decir que Mario Vargas Llosa se ha ganado con justa razón su lugar. Olvidemos las tendencias, olvidemos lo popular y volvamos a lo esencial, porque esta historia te sacudirá hasta la última página.
La presa
Por Nicolás Meneses.

NON 14

De Oé dice Yukio Mishima:“ La cúspide de la literatura japonesa actual hay que buscarla en Kenzaburo Oé”. Con esa premisa hay que adentrarse en la obra del Nobel de Literatura 1994.
La presa es una novela breve que se desarrolla en años de guerra: una pequeña isla dentro de otra isla, un espacio excepcional donde la naturaleza se funde con la naturaleza. La isla de cazadores donde reina el acto de los días repetidos, donde los niños hacen su vida al margen de los adultos. Entre ellos: el narrador, su hermano y Morro de Liebre, contemplan la maravilla. Un avión se ha estrellado en lo alto de la isla, los adultos van a la búsqueda de los ocupantes, posiblemente enemigos: La presa, un soldado negro sobreviviente, al ser capturado y encerrado, sin proponérselo llena de asombro y sentido la vida de los niños en la aldea.
El terror cede su sitio a la costumbre, los hombres dejan de preocuparse por el prisionero, los niños se encargar por completo del sobreviviente negro hasta que el gobierno central se pronuncia y dice qué hacer con él. Antes de que eso pase, los niños lo veneran, crean un culto alrededor de él. El negro es paulatinamente integrado a la vida en la aldea, comparte y juega, es admirado y admira, es dócil, como una mascota.
Kenzaburo Oé mueve sus obsesiones en esta trama. La guerra ha entrado en aldea hiriendo al joven narrador. La nostalgia de una geografía mítica absorbe el relato, el protagonista con asombro ve cómo se desfigura su cotidianidad y los adultos violentan la armonía de lo sagrado, cómo se diluye la tribu y se encauza su proceso de madurez y deferencia, explorando la naturaleza de crecer a la fuerza en una aldea ya irreconocida.
Una hermosa y perturbadora obra maestra, de uno de los grandes escritores del siglo, que cierne en derredor una de las escrituras japonesas más llamativas de la actualidad, que siempre es recomendable visitar y venerar en la comodidad de sus páginas.