The Carmen Martín Gaite Express Vol 1. | Page 4

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06.2017

Ciencia

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¿Una nueva forma de inteligencia?

Un estudio en el IES Carmen Martin Gaite

El pasado mes de abril se llevó a cabo un estudio en el IES Carmen Martín Gaite acerca de la relación de la inteligencia emocional y la educación. Profesores de distintas asignaturas participaron en un debate en el que se discutió sobre la importancia de cuidar del bienestar emocional de niños y adolescentes, dada la influencia de las emociones no sólo en su rendimiento académico sino en la vida en general.

La inteligencia emocional es la habilidad para conocer los propios sentimientos y los de los demás, poder discriminarlos y utilizar la información para guiar nuestros pensamientos y acciones (Salovey y Mayer, 1990). La adolescencia es una etapa de la vida clave en el desarrollo evolutivo de una persona y, como bien se sabe, este período a menudo se caracteriza por los desajustes emocionales que pueden afectar considerablemente a la salud psicológica. Por ello, cuidar del bienestar emocional en la adolescencia es tan importante como dormir el número de horas adecuado, seguir una diete variada y equilibrada o hacer ejercicio con regularidad. A continuación se describen una serie de actividades que pueden ayudar a los jóvenes a trabajar la inteligencia emocional:

Juegos de mesa: Jugar a las cartas, el Monopoli o el Parchís, cualquier opción es válida para pasar un buen rato en familia y además trabajar las emociones. La victoria es fácil de afrontar pero, ¿qué pasa con la derrota? Jugando a juegos de mesa se aprende a aceptar el fracaso y a asumirlo con deportividad y a respetar unas normas que hacen que el juego sea justo y entretenido. Otro de los beneficios de esta actividad es la puesta en práctica de habilidades sociales y de la asertividad.

Diario emocional: La adolescencia también se caracteriza por la construcción de la propia identidad. Incitar al adolescente a escribir su propio diario y a plasmar sus sentimientos en él resulta muy favorecedor para este proceso. Además, la escritura es un método ideal para la introspección y el conocimiento de uno mismo. Escribir sobre las emociones nos hace plantearnos qué sentimos habitualmente y por qué.

Respiración: Las clases, los exámenes o las actividades extraescolares son parte del estrés que a diario sufren los más jóvenes. Para poder hacer frente al estilo de vida tan ajetreado que hoy en día se lleva y rendir bien, es importante tener momentos de tranquilidad que ayuden a pensar con claridad. Concentrarse durante un rato en la respiración nos puede proporcionar ese estado de calma y serenidad. Una vez apaciguados los nervios, el afrontamiento de los estudios es más eficaz.

En definitiva, preocuparse por las emociones y cuidarlas es invertir en salud mental, dado que las emociones son el filtro con el que miramos el mundo e interpretamos la realidad.

Diana Fe Balint Rivas