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Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales
llega al 1% del PIB, mientras que otros países
más avanzados de la Unión Europea le dedican
el doble y el triple. Y ello sin profundizar en
las contradicciones extrapoladas a la necesidad
de vivienda que existen a nivel mundial, donde
el 80% de la población dispone del 20% de los
recursos totales. Así como las contradicciones
internas del denominado primer mundo, en el
que convive un cuarto mundo con graves deficiencias de vivienda. Por ejemplo, solamente en
Nueva York se considera que hay 6000 personas
sin casa.
Campos de dominio del arquitecto
Ante las consideraciones previas podríamos concluir pensando que los profesionales del diseño
de viviendas, urbanistas y arquitectos, quedan
relegados a intervenir únicamente en los márgenes del sector. Aún así, les corresponde proponer soluciones adecuadas dentro de su ámbito de
actuación, por lo que conviene cuidar el diseño
de las casa conociendo todo aquello que le es
peculiar y que, de manera esencial, podemos
resumir en tres buenas prácticas o maneras de
trabajar:
1. Dominar aquellos aspectos que proporcionan un correcto “confort doméstico” y físico:
protección y refugio frente al entorno. Ergonomía, organización de espacios, disposición de las
máquinas y de los servicios, geometría distributiva de los espacios.
2. Posibilitar la creación de la atmósfera
psíquica adecuada para habitar –lo que los nórdicos denominan Stimmung-, en la que cada persona puede encontrar un ambiente favorable para
vivir, reposar y sentirse identificado. Así la casa
ha de permitir la afición al bibelot. La casa es
un espacio privado por excelencia, preservado
incluso contra la violación por la legislación,
pero, al mismo tiempo, es expresión de la voluntad individual y familiar que manifiesta el status,
el gusto, la cultura de su habitante. En este sentido, los arquitectos son en cierta manera intrusos
en la intimidad de las personas ya que hay aspectos que sólo uno mismo puede diseñar. Por tanto,
el papel del arquitecto sería el de una comadrona que ayuda a interpretar las ideas del usuario, futuro residente de la casa. Pero cuando el
usuario es anónimo, cuando se está realizando
un producto de promoción comercial, el arquitecto ha de convertirse en valedor de este usuario
y tener presente su condición.
3. Entender que, debido a los cambios en la
vida familiar, estamos asistiendo a la devaluación
de algunas propiedades relacionadas tradicionalmente con la vivienda, como las que podrían
englobarse dentro del concepto de “domesticidad”. Pero también que hay otras propiedades
que siguen vigentes, como son: la capacidad de
un espacio para ser acogedor o presevar la intimidad, la adecuación del entorno con las actividades que en él tienen lugar, expresando la
distintiva cualidad emocional o el carácter de
estas actividades. Algunos valores relacionados
tradicionalmente con la vivienda están en crisis,
debido a las transformaciones sociales, al papel
de los sexos en la vida familiar o a la emancipación de la mujer en las sociedades no fundamentalistas, con la desaparición de categorías culturales asociadas a ella. La mujer, considerada
tradicionalmente ama de casa, decidía sobre la
decoración de la vivienda mientras que el hombre
tenía asignado el rol del trabajo fuera de casa. Por
otro lado, la distinción de la casa como lugar de
residencia separado del trabajo-separación propia
© Los autores, 2001; © Edicions UPC, 2001.