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130 Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales trucción de viviendas, tienden a empobrecer y simplificar la amplia cultura arquitectónica de la casa. Es notable la pobreza de tipos residenciales que tenemos en nuestro país y, al mismo tiempo, la escasez de soluciones propias que sean tanto fruto de la imaginación proyectual como procedentes de la tradición, en tanto adecuadas a las condiciones climáticas y a las formas de construir que le son lógicas. Un breve repaso a las maneras de vivir primitivas puede ilustrar esta dependencia entre cultura y arquitectura del hábitat. También una breve mirada a las formas de vivienda de nuestra cultura, centradas especialmente en los momentos de formación del hábitat urbano masivo, puede ser aleccionadora de cara a entender que no siempre las casas han sido como son actualmente. De hecho, los pisos, la forma normal de vivienda de nuestras ciudades densificadas en altura, son ya de por sí una degeneración del hábitat natural, debida a la voluntad mayoritaria de vivir en un mismo lugar, en concentraciones urbanas, atraídos por el trabajo, los negocios y la acumulación de actividades. Ya en tiempos de los romanos, los privilegiados se construían villas cercanas a la ciudad para disfrutar de las ventajas de una vida más relacionada con el ocio, mientras que la casa de la ciudad estaba destinada a los días de “neg-ocio” (negación del ocio), aunque también se intentaba compaginar ciertos negocios de explotación agrícola con la vida placentera al aire libre. Desde entonces, siempre ha existido esta idea de la casa para el ocio denominada villa, y ahora, genéricamente, segunda residencia, para contrarrestar las desventajas de la casa de la ciudad. Pero también, con la movilidad que ofrecen los medios de transporte moder- nos y, en especial, el automóvil, surgió la idea de privilegiar la residencia habitual y permanente en casas de zonas urbanizadas en las periferias de las ciudades. Esta forma de casas unifamiliares en “ciudades-jardín” se ha convertido en la mayoritaria de algunas culturas modernas. Originan conurbaciones dispersas de gran extensión y bajas densidades frente a la construcción urbana intensa. Estas zonas residenciales están formadas por casas unifamiliares aisladas frente a los edificios de pisos del centro de las ciudades. Vivienda y Economía Otra consideración que se debe tener presente es aquella relativa al marco económico en el cual la producción de viviendas tiene lugar. La vivienda es considerada como un derecho en las sociedades de cierto bienestar, pero, al mismo tiempo, es un artículo comercial susceptible de obtención de beneficios como cualquier otro. En la vivienda quedan reflejadas las diferencias dentro de nuestras sociedades. Si para algunos la vivienda es motivo de orgullo, satisfacción y status, pa