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Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales
trucción de viviendas, tienden a empobrecer y
simplificar la amplia cultura arquitectónica de la
casa. Es notable la pobreza de tipos residenciales
que tenemos en nuestro país y, al mismo tiempo,
la escasez de soluciones propias que sean tanto
fruto de la imaginación proyectual como procedentes de la tradición, en tanto adecuadas a las
condiciones climáticas y a las formas de construir que le son lógicas.
Un breve repaso a las maneras de vivir
primitivas puede ilustrar esta dependencia entre
cultura y arquitectura del hábitat. También una
breve mirada a las formas de vivienda de nuestra
cultura, centradas especialmente en los momentos de formación del hábitat urbano masivo,
puede ser aleccionadora de cara a entender que
no siempre las casas han sido como son actualmente.
De hecho, los pisos, la forma normal de
vivienda de nuestras ciudades densificadas en
altura, son ya de por sí una degeneración del
hábitat natural, debida a la voluntad mayoritaria
de vivir en un mismo lugar, en concentraciones
urbanas, atraídos por el trabajo, los negocios y
la acumulación de actividades. Ya en tiempos
de los romanos, los privilegiados se construían
villas cercanas a la ciudad para disfrutar de las
ventajas de una vida más relacionada con el ocio,
mientras que la casa de la ciudad estaba destinada a los días de “neg-ocio” (negación del ocio),
aunque también se intentaba compaginar ciertos
negocios de explotación agrícola con la vida placentera al aire libre. Desde entonces, siempre ha
existido esta idea de la casa para el ocio denominada villa, y ahora, genéricamente, segunda residencia, para contrarrestar las desventajas de la
casa de la ciudad. Pero también, con la movilidad que ofrecen los medios de transporte moder-
nos y, en especial, el automóvil, surgió la idea de
privilegiar la residencia habitual y permanente
en casas de zonas urbanizadas en las periferias
de las ciudades. Esta forma de casas unifamiliares en “ciudades-jardín” se ha convertido en la
mayoritaria de algunas culturas modernas. Originan conurbaciones dispersas de gran extensión y
bajas densidades frente a la construcción urbana
intensa. Estas zonas residenciales están formadas por casas unifamiliares aisladas frente a los
edificios de pisos del centro de las ciudades.
Vivienda y Economía
Otra consideración que se debe tener presente es
aquella relativa al marco económico en el cual la
producción de viviendas tiene lugar. La vivienda
es considerada como un derecho en las sociedades de cierto bienestar, pero, al mismo tiempo, es
un artículo comercial susceptible de obtención de
beneficios como cualquier otro. En la vivienda
quedan reflejadas las diferencias dentro de nuestras sociedades. Si para algunos la vivienda es
motivo de orgullo, satisfacción y status, pa