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Introducción a la arquitectura. Conceptos fundamentales
que los elementos de la arquitectura clásica se
han diluido en un nuevo universo neoplástico de
planos y líneas, en un sistema elementarista en
el que se articulan estructuras, planos llenos y
vacíos en fachada, líneas estructurales y líneas
complementarias. Richard Padovan ha señalado
que la Casa Schroëder y el Pabellón de Barcelona son las dos obras máximas del neoplasticismo en arquitectura10.
En los años treinta, tras la eclosión de
las vanguardias, en cambio, tanto algunos de
los maestros -el mismo Le Corbusier- como
los miembros de la siguiente generación -Lucio
Costa, Arne Jacobsen, Josep Lluís Sert- recurrieron a las figuraciones populares y a las arquitecturas vernaculares, intentando aprender de los
detalles técnicos tradicionales. Ante una incipiente conciencia de la insuficiencia del lenguaje y de la tecnología moderna, estas referencias vernaculares tenían como objetivo otorgar
“carácter” expresivo y “sentido común” constructivo. En el caso de Le Corbusier, es a partir
del impacto que le produce su primer viaje a
Latinoamérica en 1929 -Buenos Aires, São Paulo
y Río de Janeiro- cuando empieza a considerar el
valor de la naturaleza y de las características del
lugar.
No podemos olvidar que dentro de la
arquitectura moderna existen dos tradiciones distintas y totalmente contrapuestas respecto a la
relación entre arquitectura y paisaje: la de la ciudad-jardín de Howard y las primeras Siedlungen
alemanas integradas en el paisaje, por una parte,
y la que momentáneamente se impuso y triunfó,
representada por el racionalismo, la nueva objetividad y Le Corbusier en sus primeros planes
urbanísticos, por otra. Esta tradición dominante
se basaba en la omnipresencia de la arquitectura
y en el poco respeto por las circunstancias ecológicas. La Carta de Atenas sería la máxima expresión de esta corriente racionalista y tecnocrática
que ha servido de base para el urbanismo especulativo del capitalismo y para los tejidos residenciales sin atributos del que se denominó “socialismo real”. De hecho, la recuperación de la idea
de lugar también ha constituido una crítica a la
manera cómo se ha realizado la ciudad contemporánea. Y la revalorización de la idea de lugar
estaría estrechamente relacionada con el inicio
de la recuperación de la historia y la memoria,
unos valores que el espacio del estilo internacional -o antiespacio- rechazaba.
Una obra singular como la casa del escritor Curzio Malaparte en Punta Massullo, Capri
(1938-1940), proyectada por Adalberto Libera,
es un síntoma de la evolución de la arquitectura
en aquellos años. Se trata de una obra radicalmente moderna y autónoma que al mismo tiempo
reinterpreta la condición irrepetible del lugar.
Una casa que es a la vez mirador, teatro, nave
y altar; una obra que evoca el rito y el lugar
del sacrificio, que con su escalinata de forma
casi triangular rememora la vecina capilla de
10
Véase Richard Padovan, “El pabellón y el patio. Problemas
culturales y espaciales de la arquitectura De Stijl”, en Guasch
Ceballos, Ricardo, Espacio fluido versus espacio sistemático,
ETSAV-Edicions UPC, Barcelona, 1995.
11
Sobre la casa de Adalberto Libera para Curzio