12. "Que se detengan todos los maestros; que toda criatura oiga
y honre a Emanuel.
13. Y el Oráculo no volvió a hablar por cuarenta días y los
sacerdotes y el pueblo estuvieron asombrados Y ellos vinieron
de cerca y de lejos a oír al Oráculo Viviente hablar por cuarenta
días la sabiduría de los dioses
14. Y Jesús y el sabio griego regresaron y en la casa de Apolo,
el oráculo viviente habló por cuarenta días.
15. Un día, mientras los dos estaban sentados solos, Apolo dijo
a Jesús: "Este Oráculo sagrado de Delfos ha dicho muchas
palabras de ayuda para Grecia.
16. "Te ruego explicarme ¿qué es lo que habla; si un ángel o un
hombre o un dios vivo? .
17. Y Jesús dijo: "Ni es ángel ni es dios quien habla. Es la
sabiduría sin par de la mente maestra de Grecia, expresada por
una mente maestra.
18. "Esta mente gigantesca se ha revestido a sí misma con las
substancias de alma, y piensa, y oye y habla.
19. "Subsistirá como alma viviente mientras haya mentes
maestras que la alimenten con pensamientos, con sabiduría,
con fe y con esperanza.
20. "Pero cuando las mentes maestras de Grecia perezcan en
esta tierra, esta mente maestra gigantesca cesara de existir.
Entonces el Oráculo de Delfos no hablará más.
Capítulo 46
Una tormenta en el mar. Jesús rescata a muchos que se ahogaban.
Los atenienses oran a los ídolos. Jesús reprende su idolatría, y
expresa como así es que Dios ayuda. Su última reunión con los
griegos. Se embarca en el buque Marte.
1. Era un día de fiesta. Jesús caminaba por la playa de Atenas.
2. Una tormenta se había desatado y los barcos se mecían como
juguetes sobre el seno del agitado mar.
3. Los marineros y los pescadores descendían a sus tumbas de
agua; las playas estaba cubiertas de cadáveres.
4. Jesús no paraba, sino que con poder extraordinario
rescataba a muchos que no podían auxiliarse a sí mismos, y
con frecuencia devolvía a la vida a los que parecían muertos.
5. Ahora bien, en la playa había altares consagrados a los
dioses que se suponía gobernaban los mares.