36. "En el reino del alma esta evolución carnal no es conocida; y
el trabajo formidable de las mentes maestras es el de restaurar
la herencia del hombre, de traerlo de nuevo al estado que
perdió, de modo que vuelva a vivir de los éteres de su plano
nativo".
37. "Los pensamientos de Dios no cambian, las manifestaciones
de vida de todos los planos tienden al perfeccionamiento de su
clase. Y como los pensamientos de Dios nunca pueden morir,
no hay muerte para ninguno de los seres de los siete éteres
producidos por los Siete Espíritus del Dios "Trino y Uno".
38. "De allí que la tierra nunca sea planta; que las bestias, las
aves o los insectos nunca sean hombres, y que los hombres no
sean, no puedan ser, bestia, ave o insecto".
39. "El día vendrá en que todas estas manifestaciones sean
absorbidas, y el hombre, la bestia, la planta, la tierra y el
protoplasma sean redimidos".
40. Barata estaba asombrado de la sabiduría del sabio judío.
Fue para él una revelación.
41. Ahora bien Vidyapati, el más sabio de los sabios hindúes,
jefe del templo de Kapavistu, oyó a Barata decir a Jesús lo que
él pensaba acerca del origen del hombre, y oyó la respuesta del
profeta hebreo, y dijo:
42. “Sacerdotes de Kapavistu Oídme hablar. En este momento
estamos en la cresta del tiempo. Seis veces ha nacido un alma
maestra para dar gloria y luz al hombre, y en este momento un
maestro sabio está aquí en el templo de Kapavistu".
43. "Este profeta hebreo es la estrella del levante de la
sabiduría, deificada. Nos trae el conocimiento de las cosas
secretas de Dios, y todo el mundo oirá sus palabras, obedecerá
sus palabras y glorificará su nombre".
44. ""Vosotros sacerdotes del templo de Kapavistu, atención.
Estad tranquilos y escuchad cuando él hable. Es el Oráculo
viviente de Dios”.
45. Y todos los sacerdotes dieron gracias y alabaron al Buda de
la iluminación.
Capítulo 33
Jesús enseña al común de gente al lado de un arroyo. Les dice como
se adquiere la felicidad. Relata la parábola del terreno de roca y del
tesoro oculto.
1. En silente meditación Jesús se sentó al lado de un arroyo.
Era día de fiesta y muchos de la casta de los sirvientes estaban
cerca.