2. Y llegaron a Samaria, y ahí María dijo: ¿Dónde está mi hijo?
Nadie había visto al niño.
3. Y José le buscó entre los parientes que estaban en camino a
Galilea, pero ellos tampoco le habían visto.
4. Entonces José y María y un hijo del Zebedeo regresaron y le
buscaron por toda Jerusalén, sin encontrarle.
5. Y entonces fueron a los patios del templo y preguntaron:
¿Habéis visto en estos patios a Jesús, un niño de cabello claro,
rubio, de profundos ojos azules, de doce años de edad?.
6. Los guardianes contestaron: sí, está discutiendo con los
doctores de la ley.
7. Y entraron y le encontraron como los guardianes habían
indicado.
8. Y María dijo: ¿Por qué, Jesús, tratas así a tus padres? Mira
que dos días te hemos buscado. Temíamos que te hubiera
sucedido algo grave.
9. Y Jesús dijo: ¿No sabéis que debo estar en el trabajo de mi
Padre?
10. Y dando la mano a cada uno de los doctores de la ley, fue en
círculo diciéndoles: Confío en que nos veremos otra vez.
11. Y se fue con sus padres camino de Nazaret y cuando llegó a
su hogar trabajó con José como carpintero.
12. Un día, mientras acarreaba las herramientas de su trabajo,
dijo:
13. Estas herramientas me recuerdan aquellas que usamos en el
taller de la mente donde el pensamiento crea las cosas y
construye el carácter.
14. Usamos la escuadra para medir todas nuestras líneas, para
enderezar los sitios torcidos del camino y para encuadrar
nuestra conducta.
15. Usamos el compás para trazar círculos alrededor de
nuestras pasiones y deseos a fin de mantenerlos dentro de los
límites de la rectitud.
16. Usamos el hacha para cortar las partes nudosas, inútiles y
feas y para dar simetría al carácter.
17. Usamos el martillo para empujar hacia adelante la verdad y
para martillarla de modo que entre a formar parte de todas las
partes.