8. El hombre fue creado para una misión noble, pero no puede
hacérsele hombre libre, lleno de sabiduría, verdad y poder.
9. Si fuera presionado, confinado a estrechuras por las que no
pueda pasar, sería un juguete, una mera maquina.
10. Los espíritus creadores dieron al hombre voluntad, y por
ella tiene el poder de elección.
11. Puede conquistar las más grandes alturas o hundirse en los
abismos más profundos porque lo que él decida adquirir, tiene
el poder de alcanzarlo.
12. Si desea fortaleza tiene en sí poder para adquirir fortaleza;
pero tiene que vencer resistencias para conquistar su ideal:
ninguna fortaleza se adquiere jamás en el ocio y el abandono.
13. De allí que, en el torbellino de los conflictos múltiples, el
hombre está colocado donde pueda hacer el esfuerzo de
desenredarse.
14. En cada conflicto el hombre adquiere fortaleza; con cada
conquista es capaz de ascender a alturas mayores; cada día le
trae nuevos deberes y nuevas atenciones.
15. El hombre ni es llevado sobre abismos peligrosos, ni es
ayudado para vencer a sus enemigos. El es su propio ejército, y
su espada y su escudo; él es el capitán de sus propias huestes.
16. Los Unos Santos no hacen sino alumbrarle el camino. El
hombre nunca ha quedado sin un faro de luz que le guíe.
17. Siempre ha tenido una lámpara encendida en su mano, para
que pueda ver las cosas peligrosas, los torrentes turbios y los
abismos traidores.
18. Y así han conceptuado los Unos Santos. Cuando los
hombres necesitan mayor luz, un alma maestra viene a la tierra
para darles esa luz.
19. Antes de los días de los Vedas el mundo tuvo muchos libros
sagrados para alumbrar la vía; y cuando el hombre necesitó una
luz mayor aparecieron los Vedas, el Avesta y los libros del Gran
Tao para mostrarle la vía hacia más grandes alturas.
20. Y en el lugar debido apareció la Biblia Hebrea, con su Ley,
sus Profetas y sus Salmos para iluminar al hombre.
21. Mas los ;