Capítulo 13
Isabel en Engedi. Enseña a su hijo. Juan llega a ser discípulo de
Matheno, quien le revela el significado del pecado y la ley del perdón.
1. Isabel fue bendecida; empleó su tiempo con Juan, y le dio las
lecciones que Elihu y Salomé la habían dado a ella.
2. Juan se deleitaba en la rusticidad de su hogar y en las
lecciones que aprendía.
3. Ahora bien, en las colinas habían muchas cuevas. En la
cueva de David que estaba cerca vivía el ermitaño de Engedi.
4. Este ermitaño era Matheno, sacerdote de Egipto, maestro del
templo de Sakara.
5. Cuando Juan tuvo siete años de edad, Matheno le llevó al
desierto y en la cueva de David moraron.
6. Matheno le enseñó, y Juan se emocionaba con lo que el
maestro le decía, y día tras día Matheno le enseñaba los
misterios de la vida.
7. Juan amaba el desierto; amaba a su maestro y sus comidas
sencillas. Su alimento era de frutas y nueces, y de miel salvaje y
pan de algarrobo.
8. Matheno era israelita, y atendía todas las fiestas judaicas.
9. Cuando Juan tuvo nueve años, Matheno le llevó a la gran
fiesta de Jerusalén.
10. El malvado Arquelao había sido depuesto y desterrado a
tierras lejanas por motivo de su egoísmo y su crueldad, y Juan
no tuvo miedo.
11. Juan se deleitó con la visita a Jerusalén. Matheno le explicó
todo lo relativo al servicio religioso de los judíos, el significado
de sus sacrificios y de sus Ritos.
12. Juan no podía comprender como así podían perdonarse los
pecados matando animales y aves y quemándolos delante del
Señor.
13. Matheno dijo: el Dios de los cielos y la tierra no requiere
sacrificios. Estas costumbres son ritos crueles, son herencias
de los adoradores de ídolos de otras tierras.
14. Ningún pecado se borra jamás por sacrificios de animales,
de aves o de hombres.
15. El pecado es el lanzamiento del hombre a los campos de la
maldad. Si uno ha de libertarse de sus pecados, ha de desandar
sus pasos y encontrar el camino fuera de los fangales de la
maldad.