3. Pero los sacerdotes se levantaron con propósitos carnales y
cambiaron la ley de modo que se acomodaran a su mente
carnal; impusieron graves cargas a los pobres y se rieron de las
leyes de justicia; y así los Brahms llegaron a corromperse.
4. Pero en la obscuridad de la época unos pocos grandes
maestros se mantuvieron inmóviles; amaban el nombre de
Brahm; fueron grandes faros de la luz ante el mundo.
5. Y conservaron inviolada la sabiduría de su santo Brahm, y
podéis leer esta sabiduría en sus libros sagrados.
6. Y en Caldea, Brahm fue conocido. Un piadoso Brahm llamado
Terah vivía en Ur; su hijo era devoto de la fe Bramánica, de
modo que fue conocido con el nombre de A Brahm; y fue
elegido para ser el padre de la raza hebrea.
7. Ahora bien, Terah tomó a su mujer y a sus hijos y todos sus
rebaños, de Harán al Oeste; allí murió Terah.
8. Y Abraham tomó los rebaños, y con su familia viajó más
todavía hacia el Oeste.
9. Y cuando llegó a los robles de Morah, en la tierra de Canaan,
levantó sus tiendas y allí moro:
10. Una hambruna invadió la tierra y Abraham tomó a su familia
y sus rebaños y vino a Egipto, y en estas llanuras fértiles de
Zoan colocó su tienda y moró.
11. Los hombres todavía indican el lugar donde Abraham vivió
al otro lado de la llanura.
12. ¿Me preguntáis por qué Abraham vino a Egipto? Esta es la
cuna de todos los iniciados; todos los secretos pertenecen a la
tierra de Egipto. Esta es la razón por la cual todos los maestros
vienen.
13. En Zoan, Abraham enseñó su ciencia de las estrellas y en
aquel sagrado templo que veis aprendió la sabiduría de los
sabios.
14. Y cuando todas sus lecciones fueron aprendidas; tomó a su
familia y sus rebaños y regresó a Canaan, y en la llanura de
Mamré colocó su tienda y allí murió.
15. Y las memorias de su vida, de sus trabajos y de sus hijos, y
de todas las tribus de Israel se conservan en los libros
sagrados de los judíos.
16. En Persia Brahm fue conocido, y temido. Los hombres le
veían como el Uno, la causa que no tiene causa de todo lo que
es, y fue tan sagrado para ellos. Como Tao lo había sido para
los moradores del lejano Este.