trabajos de Dios porque vuestras sensaciones son todo
egoísmo.
9. Vosotros sois chismosos, enredadores, hipócritas. Lleváis a
los hombres que Dios me ha dado a vuestras guaridas, a
emponzoñarlos con sofismas y mentiras y os imagináis que
podéis arrebatarlos del redil de Dios.
10. Yo os digo, hombres, que estos hombres son probados y
que no podéis arrebatarme ni uno solo de ellos.
11. Mi padre que me los dió es más grande que todos vosotros
juntos y él y yo somos uno.
12. Entonces los judíos tomaron piedras para arrojárselas,
gritando: Basta, hemos oído lo suficiente. Fuera de aquí.
Apreendámosle.
13. Pero José, miembro del gran Sanedrín de los Judíos que
estaba en el atrio, se lanzó hacia adelante diciendo:
14. Israelitas: no hagáis nada violento; soltad las piedras; la
razón guía mejor que la pasión en momentos como éste.
15. ¿No sabéis si vuestras acusaciones son verdaderas; y si
este hombre llegara a probar que es él el Cristo y le matarais, la
ira de Dios caería sobre vosotros para siempre.
16. Y Jesús les dijo: He aquí que he curado a vuestros
enfermos, que he dado vista a vuestros ciegos y oído a
vuestros sordos, que he hecho caminar a vuestros cojos y que
he arrojado espíritus impuros de vuestros amigos.
17. ¿Por cuál de estos grandes trabajos queréis quitarme la
vida?
18. Los judíos contestaron: No queremos apedrearte por tus
trabajos de gracia sino por sus palabras viles y blasfemas. No
eres sino un hombre y tienes la audacia de decir que eres Dios.
19. Y Jesús dijo: Vuestro mismo profeta dijo a los hijos de los
hombres: Mirad: Vosotros sois dioses.
20. Ahora bien, escuchadme hombres: Si él pudo decir eso a
hombres que simplemente habían oído la palabra de Dios ¿por
qué habéis de considerar blasfemo al hombre de Dios, que yo
diga que soy un hijo de Dios?
21. Si no creéis lo que digo, a lo menos podéis creer lo que
hago; podéis ver al padre en mis trabajos y saber que moro en
el Padre Dios y que el Padre mora en mí.
22. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras y le habrían
apedreado en el patio del templo, pero él se retiró de la vista,
abandonando el atrio y el patio y tomó su camino.