17. Los lirios más hermosos crecen en aguas estancadas y más
en el lodo sucio.
18. La ley de la materia demanda que mantengamos nuestros
cuerpos limpios.
19. La ley del espíritu demanda limpieza de pensamiento, de
palabra y obra.
20. Cuando llegó la tarde y se recogieron a casa, los doce
tuvieron mucho que decir y muchas preguntas que hacer.
21. Nataniel preguntó: ¿Fue una parábola la que dijiste acerca
de la casa corpórea? Si es así ¿qué significa?
22. Y Jesús dijo: ¿No podéis discernir? ¿No os dais cuenta
todavía que lo que entra a la boca no contamina al hombre?
23- Su alimento no va a su alma, es material para la carne, el
hueso y el músculo.
24. Para el espíritu todo es puro.
25. Lo que contamina el hombre es lo que emana de sus
pensamientos carnales; y los pensamientos carnales emanan
del corazón y generan una legión de cosas malas.
26. Es del corazón de donde proviene el asesinato, el robo y la
tontería. Todo acto egoísta y todo hecho sensual procede del
corazón.
27. Comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.
28. Y Pedro dijo: Señor, lo que hoy has dicho ha herido mucho a
los escribas y a los fariseos.
29. Y Jesús dijo: Estos escribas y fariseos no son los vástagos
del árbol de la vida; no son plantas de Dios; son plantas de
hombres y toda planta extraña será arrancada.
30. Dejad solos a esos hombres. Son guías ciegos y están
guiando a un pueblo ciego.
31. Los líderes y los guiados caminan juntos y juntos caen en
abismos abiertos.
Capítulo 127
Los cristianos cruzan el mar a Decápolis. Jesús encuentra un paraje
apartado donde enseña privadamente a los doce. Se quedan allí tres
días y entonces van a una población a la orilla del mar.
1. Entonces Jesús tomó a los doce y con ellos cruzó de noche
el mar y llegó a las fronteras de Decápolis.
2. En busca de un lugar secreto donde, completamente solos,
pudiera revelarles las cosas venideras.