20. Cristo es vida eterna. Cristo vino del cielo. Tiene las llaves
del cielo y ningún hombre entra en el cielo a menos que él
mismo esté lleno de Cristo.
21. Vine en forma corpórea a hacer la voluntad de Dios. Es por
esto que soy el pan viviente que viene del ciclo.
22. Y cuando comáis esta carne y bebáis esta sangre, tendréis
vida eterna; y si así lo hacéis vosotros mismos llegareis a ser el
pan de la vida.
23. Muchos de los que le oyeron se disgustaron y dijeron:
¿Cómo puede este hombre darnos de comer su carne y de
beber su sangre?
24. Sus discípulos estuvieron muy apesadumbrados de que él
haya dicho estas cosas, y muchos de ellos le abandonaron y no
le siguieron más.
25. Decían: Es horrible que haya dicho: si no coméis mi carne y
bebéis mi sangre no podéis entrar en la vida.
26- "No podían comprender la parábola que él habló.
27. Y Jesús dijo: Tropezáis y caéis ante la verdad. ¿Qué haréis
cuando veáis este cuerpo y esta sangre transmutados en
formas más altas?
28. ¿Qué diréis cuando veáis al hijo del hombre ascendiendo en
las nubes del cielo?
29. ¿Qué diréis cuando veáis al hijo del hombre sentado en el
trono de Dios?
30. La carne es nada; el espíritu es el poder vitalizador. Las
palabras que yo hablo son espíritu; ellas son vida.
31. Cuando Jesús vio a tantos que habían sido tan ruidosos en
sus protestas de fe en él, voltearle las espaldas e irse, dijo a los
doce:
32. ¿Desertareis vosotros también en esta hora y partiréis?
33. Pero Pedro dijo: Señor, no tenemos ningún otro lugar a
donde ir; tú tienes la palabra de vida interminable, sabemos que
nos has sido enviado de Dios.
Capítulo 126
Escribas y fariseos visitan a Jesús. Le censuran comer sin
lavarse las manos. El defiende sus actos y enseña una lección
acerca de la hipocresía. En privado explica a los doce sus
enseñanzas públicas.
1. Un grupo de escribas y fariseos vino de Jerusalem a estudiar
en qué consistía el poder de Jesús.