17. Los hombres reconocen a sus madres, a sus padres, a sus
hermanos, a sus hermanas en forma corpórea aquí; pero
cuando se rasgue el velo y los hombres caminen en los planos
del alma.
18. Las delicadas líneas de amor que atan los grupos de
familias corpóreas se esfumaran.
19. No es que este amor o cualquier otro disminuirá, sino que
los hombres verán en todo la maternidad, la paternidad, la
fraternidad, la hermandad del hombre.
20. Los grupos corpóreos de familias, se perderán todos en el
amor universal y en la confraternidad divina.
21. Entonces dijo a la multitud: Quien quiera que viva la vida y
haga la voluntad de Dios es hijo de Dios y es mi madre, mi
padre, mi hermana, mi amigo.
22. Entonces se fue aparte a hablar con su madre y con los
otros miembros de su familia.
23. Pero vio más: La doncella que en una ocasión hizo
estremecer su misma alma con amor, con un amor más alto que
el amor de relación alguna de familia;
24- Que fue la más dura tentación en el templo de Heliópolis, en
el Nilo; que le cantó los cantos sagrados, estaba allí.
25. El reconocimiento fue de almas semejantes, y Jesús dijo:
26. Mirad que Dios nos ha traído un poder que los hombres no
pueden comprender, un poder de fuerza y amor;
27. Para aligerar la carga de la hora, para cicatrizar almas
heridas;
28. Para encauzar a las multitudes a caminos mejores por medio
de cantos sagrados y de vida santa.
29. Mirad que Miriam, la que estuvo a la orilla del mar y cantó el
Canto de la Victoria cuando Moisés guió el éxodo, cantará otra
vez.
30. Y todos los coros de los cielos la acompañarán y cantarán el
coro alegre:
31. ¡Paz, paz en la tierra; buena voluntad para los hombres!
32. Y Miriam avanzó ante las multitudes que esperaban y otra
vez cantó los Cantos de la Victoria. Y la gente dijo: amén.
Capítulo 107
Un fariseo exige de Jesús signos de su misión mesiánica. Jesús le
reconviene porque no reconoce los signos que constantemente está