17. Al comienzo de cada edad un Mesías viene a iluminar la vía,
a cicatrizar los corazones heridos, a libertar a los prisioneros.
Mesías y Cristo son uno.
18. El que un hombre asegure que es Cristo no es prueba de
que es Cristo.
19. Un hombre puede hacer brotar agua del granito, puede
producir tempestades con su voluntad, puede calmar vientos
huracanados, puede curar enfermos, puede resucitar muertos, y
sin embargo no ser enviado por Dios.
20. Toda la naturaleza está sometida a la voluntad del hombre,
y, tanto el malo como el bueno, poseen la totalidad de los
poderes mentales, y pueden controlar los elementos.
21. La intelectualidad no es prueba de una verdadera misión
mesiánica, porque el hombre, por medio de intelecto, nunca
puede conocer a Dios, ni conducirse a sí mismo a caminar en la
luz.
22. El Mesías no vive en la cabeza sino en el corazón, el asiento
de las emociones de piedad y de amor.
23.-El Mesías nunca trabaja con fines de provecho egoísta; está
por encima de egoísmos carnales; sus palabras y sus obras son
para el bien universal.
24. El Mesías nunca trata de ser rey, de ceñirse una corona, de
sentarse en un trono terrestre.
25. El rey es de la tierra y terreno; el Mesías es hombre de los
cielos.
26. Entonces el abogado le preguntó. ¿por qué te haces pasar
por rey?
27. Y Jesús dijo: Nadie me ha oído decir que soy rey. No podría
sentarme en el