22. Entre los Judíos había muchos que habían estado
esperando la venida del Cristo y que miraban a Juan como el
Cristo.
23. Y a sus preguntas, Juan contestó: yo purifico con agua,
símbolo de la purificación del alma; pero cuando venga al que
es de venir, he aquí que él purificará con fuego y limpiará con la
Santa Respiración.
24. En su mano está el aventador, y él separará el trigo y la paja,
y arrojará la paja y almacenará cada grano de trigo. Este es el
Cristo.
25. ¡Mirad que ya viene! Y caminará con vosotros y vosotros no
le conoceréis.
26. El es el Rey; yo no soy digno de desatar el cordón de su
calzado.
27. Y Juan dejó Betania y regresó al vado del Jordán.
Capítulo 64
Jesús viene de Galilea, y Juan le bautiza. La Santa Respiración
testifica su misión mesiánica.
1. La noticia llegó a Galilea, y Jesús con la multitud descendió
al vado donde el precursor estaba predicando.
2. Cuando Jesús vio al precursor dijo: ¡Mirad al hombre de Dios!
¡Mirad al más grande de los videntes! Mirad que Elías ha
regresado!
3. ¡Mirad al mensajero que Dios ha enviado a abrir la vía! El
reino esta a la mano.
4. Cuando Juan vio a Jesús de pie entre la multitud dijo: ¡Mirad
al rey que viene en el nombre de Dios!
5. Y Jesús dijo a Juan: quiero ser lavado con agua, como
símbolo de la limpieza del alma.
6. Y Juan contestó: Tú no necesitas ser lavado, porque eres
puro en pensamiento, palabra y acciones. Y si necesitas ser
lavado, yo no soy digno de celebrar el rito.
7. Y Jesús dijo: vengo para ser un prototipo para los hijos de
los hombres; y lo que yo les indique que hagan, eso debo
hacerlo yo; todos los hombres tienen que lavarse, símbolo de la
limpieza del alma.
8. Este lavado nosotros lo establecemos como rito; lo llamamos
ahora el rito del bautismo, y así será llamado.
9. Tu trabajo, precursor profético, es el de preparar la vía y
revelar las cosas ocultas.