14. "Entonces sois traidores, dijo Jesús. Un traidor es un arpía;
quien traiciona a otro hombre nunca es hombre en quien pueda
confiarse.
15. "Si uno solamente ha alcanzado el plano de la deslealtad, es
un amante del engaño y traicionará a cualquier amigo para sus
finalidades egoístas.
16. "Daos cuenta, hombres o lo que seáis, de que vuestras
palabras no impresionarán mis oídos.
17. "¿Podría yo prejuzgar a estos centenares de sacerdotes,
traicionarlos a ellos y a mí mismo, por razón de lo que decís,
cuando estáis confesando vuestra deslealtad?
18. "Ningún hombre puede juzgar por mí, y si yo juzgo sin tener
toda la información, documentación, puedo no juzgar
correctamente.
19. "Nó, hombre; volveos por donde habéis venido. Mi alma
prefiere la obscuridad de la tumba a las lucesillas mortecinas
como las que traéis.
20. “Mi conciencia gobierna. Lo que éstos, mis hermanos,
desean decir, lo oiré, y en cuanto tenga toda la información,
decidiré. Ni vosotros podéis juzgar por mí, ni yo por vosotros.
21. "Idos, hombres idos y dejadme a esta luz encantadora
porque, si bien aquí no brilla el sol, hay una luz que sobrepasa
la del sol o la de la luna".
22. Entonces, con amenazas iracundas de hacerle daño, los
tentadores se fueron y otra vez Jesús se encontró solo.
23. Otra vez apareció el sacerdote vestido de blanco y le guió, y
Jesús se halló otra vez ante el hierofante;
24. Y no se dijo ni una solo palabra, pero en las manos de Jesús
colocó el maestro un rollo de pergamino en el que estaba
escrita la palabra sugestiva: JUSTICIA.
25. Y Jesús fue el amo de las formas fantasmagóricas del
prejuicio y de la deslealtad.
Capítulo 50
Jesús pasa la tercera prueba de la fraternidad y recibe el tercer grado:
FE.
1. El Logos esperó siete días y entonces fue llevado al Salón de
la Fama, cámara ricamente amoblada e iluminada con lámparas
de oro y plata.
2. Los colores de los tumbados, las decoraciones, el mobiliario
y las paredes eran de azul y oro.