Test Drive | Page 41

—¡Sin duda alguna! Existen numerosas montañas, ventisqueros y volcanes muy poco conocidos que es necesario estudiar. Sin ir más lejos, mire usted ese monte que en el horizonte se eleva: ¡es el Sneffels! Sí, señor; uno de los volcanes más curiosos y cuyo cráter raramente se visita. —¿Apagado? —Apagado hace ya quinientos años. —Pues bien —respondió mi tío, cruzando las piernas con fuerza para no saltar en el aire—, deseo empezar mis estudios geológicos por ese Saffel... o Fessel... ¿cómo le llama usted? —Sneffels —respondió el excelente señor Fridriksson. Esta parte de la conversación se había desarrollado en latín, de manera que me enteré de todo, y tuve que contenerme para no soltar el trapo a reír al ver cómo mi tío contenía su satisfacción que pugnaba por escapársele por todas partes adoptando un aire candoroso que parecía la mueca de un diablo. —Sí —dijo—, sus palabras de usted me deciden; procuraremos escalar ese Sneffels, y hasta estudiar su cráter tal vez. —Siento en el alma —dijo el señor Fidriksson— que mis ocupaciones no me permitan ausentarme; porque, de lo contrario, les acompañaría 6