No todo será amargura: pronto habrá casamiento en ME LLAMAN GORRIÓN, que ha
llegado a un punto decisivo, con la consiguiente ansiedad en los teleespectadores.
Rosa Morelli (Beatriz Taibo) que ha tenido que disfrazarse de muchacho para
conseguir trabajo como dependiente de almacén, y Gabriel Mendoza (Alberto
Martín), el alocado joven con ínfulas de play-boy, pero que ha descubierto en ella la
mujer de su vida, corren un serio peligro. El episodio de hoy nos muestra un
Gabriel desilusionado y listo para irse a París, pretextando la necesidad de ampliar
los negocios de su padre, pues ha perdido todas las esperanzas de conquistar a
Rosa, al saber que ésta aceptó de novio a "Lechuga' (Alfonso de Grazia).
Entrevistado Abel Santa Cruz por esta revista sobre las preocupaciones de
numerosos lectores que nos escriben (léase, por ejemplo, la indignada carta de
Mafalda Patricia Graziani, de Merlo) le preguntamos cuál será el destino de Rosa y
Gabriel. Llegarán a casarse? Ah, eso sí! —nos respondió el celebrado libretista—.
Casi seguro lo harán antes de fin de año, porque no sé si renovará el contrato con
la emisora para el año próximo. Si se renueva, en cambio, continuaremos la
historia con ellos casados, luchando por afirmar la felicidad que tan duramente han
alcanzado. A lo mejor el matrimonio no funciona y la historia puede terminar con la
separación. Pero es una posibilidad remota y depende de múltiples factores: de si el
ciclo sigue o debe levantarse, y desde luego de lo que el público quiera, pues
debemos contemplar sus puntos de vista. CANAL TV.
Buenos Aires, Telam. — En la madrugada de ayer, Daniel Fuentes, de 20 años,
grabó en una cinta los motivos de su decisión. Después se ató el grabador al
cuerpo, se trasladó al patio del fondo, ató el extremo de un alambre grueso al
travesaño de un parral y el otro en su cuello. Finalmente se subió a una cornisa y
se disparó un tiro en la sien derecha, "por si falla alguno de los métodos", explicaba
en la cinta. Al caer pesadamente al vacío, quedó colgando del alambre. Posición en
que lo halló su padre, que corrió al oír el disparo. Al enterarse la chica aludida en la
cinta, declaró: "Pero qué loco, caramba".
Buenos Aires. — El señor Alvan E. Williams, en el momento de descender del avión,
sonriente. Se propone desarrollar un vasto plan de difusión de sus famosos
desodorantes secos. El porvenir —declaró con firmeza— es de los desodorantes
secos y no hay ningún motivo para que este interesante mercado no lo entienda de
esta manera. Tengo la convicción de que muy pronto nuestra inquietud dará frutos
alentadores.
Fabricantes especializados proyectan perfumes u olores que evoquen recuerdos de
escenas queridas o memorables: la sensación de un bosque de pinos, cuando por
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