Test Drive | Page 170

pronuncia Plotino. La misma diferencia que se establece entre neutrón y neutrino. N'exagérons donc pas! Entonces, que hablara del boom latinoamericano! Calma, radicales! Lo que pasa es que ustedes son unas explotadoras y unas redesocupadas del establishment. Que hablara entonces de la novela de ese chico Pérez di Fulvio. IDEAS DE QUIQUE SOBRE LA NUEVA NOVELA Desde que el mersaje pudo leer a Joyce y a Henry Miller en castellano y realizaron que estos genios habían cantado la piedra libre, hubo avivada general y creyeron que todo era cuestión de trasladar a las cuartillas paredes enteras de baños porteños, grafiti de esos que los snobs ponderan en los vespasianos de la Ville Lumiére pero que aquí tienen tanta o mayor riqueza, si se quiere, no sólo desde el punto de vista semántico y semiológico sino también desde la perspectiva de las artes plásticas. Hecho que no es de extrañar, porque este país está fundamentalmente hecho de tanos y gallegos, dos razas de plásticos si las hay. Qué riqueza! Qué satisfacción para la industria nacional! Qué bofetada para tanto cipayo que sólo cree en el arte foráneo! Y así, con una birome y un papel (basta saber leer y escribir) o con un grabador japonés puesto en una pizzería de faubourg y con una detallada descripción, hecha, eso sí, con ostinato rigore, de cuando a la novia del futuro best-seller se la pirovaron en un baldío de Villa Soldati, se manda una novela fenómena, que propagada por Jorge Álvarez se constituye en uno de los más clamorosos éxitos de los últimos 57 minutos. Porque todo dura 57 minutos, como corresponde a la ley de las proporciones: James Joyce es a este james joyce de bolsillo como cincuenta años es a X. No nos obcequemos et parlons chiffres: la cuenta da exactamente 57 minutos por reloj para este james joyce reducido por los jíbaros. Pero me voy, chicas, que debo hacerle un reportaje a Mirtha Legrand sobre peinados. —No, no y no! Hablá de Joyce, Quique! —Qué quieren que les diga. El tipo se mandó el invento del jet y durante cincuenta años, 236 escritores de estatura decreciente se dedicaron a introducir modificaciones en los ceniceros o en los sombreritos de las azafatas. Y a eso lo llaman Participar en el Desarrollo de la Nueva Aviación. Y lo más conmovedor es cuando se mandan un cenicero que ya estuvo de moda en 1922 y creen que es 170