pronuncia Plotino. La misma diferencia que se establece entre neutrón y neutrino.
N'exagérons donc pas!
Entonces, que hablara del boom latinoamericano!
Calma, radicales! Lo que pasa es que ustedes son unas explotadoras y unas
redesocupadas del establishment.
Que hablara entonces de la novela de ese chico Pérez di Fulvio.
IDEAS DE QUIQUE SOBRE LA NUEVA NOVELA
Desde que el mersaje pudo leer a Joyce y a Henry Miller en castellano y realizaron
que estos genios habían cantado la piedra libre, hubo avivada general y creyeron
que todo era cuestión de trasladar a las cuartillas paredes enteras de baños
porteños, grafiti de esos que los snobs ponderan en los vespasianos de la Ville
Lumiére pero que aquí tienen tanta o mayor riqueza, si se quiere, no sólo desde el
punto de vista semántico y semiológico sino también desde la perspectiva de las
artes
plásticas.
Hecho
que
no
es
de
extrañar,
porque
este
país
está
fundamentalmente hecho de tanos y gallegos, dos razas de plásticos si las hay. Qué
riqueza! Qué satisfacción para la industria nacional! Qué bofetada para tanto cipayo
que sólo cree en el arte foráneo! Y así, con una birome y un papel (basta saber leer
y escribir) o con un grabador japonés puesto en una pizzería de faubourg y con una
detallada descripción, hecha, eso sí, con ostinato rigore, de cuando a la novia del
futuro best-seller se la pirovaron en un baldío de Villa Soldati, se manda una novela
fenómena, que propagada por Jorge Álvarez se constituye en uno de los más
clamorosos éxitos de los últimos 57 minutos. Porque todo dura 57 minutos, como
corresponde a la ley de las proporciones: James Joyce es a este james joyce de
bolsillo como cincuenta años es a X. No nos obcequemos et parlons chiffres: la
cuenta da exactamente 57 minutos por reloj para este james joyce reducido por los
jíbaros. Pero me voy, chicas, que debo hacerle un reportaje a Mirtha Legrand sobre
peinados.
—No, no y no! Hablá de Joyce, Quique!
—Qué quieren que les diga. El tipo se mandó el invento del jet y durante cincuenta
años,
236
escritores
de
estatura
decreciente
se
dedicaron
a
introducir
modificaciones en los ceniceros o en los sombreritos de las azafatas. Y a eso lo
llaman Participar en el Desarrollo de la Nueva Aviación. Y lo más conmovedor es
cuando se mandan un cenicero que ya estuvo de moda en 1922 y creen que es
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