Test Drive | Page 92

DIVINA REVELACION ALFA Y OMEGA LA DOCTRINA DEL CORDERO DE DIOS LA DIVINA CIENCIA CELESTE muchas veces sabe más que los mismos Padres Solares; y ocurre que entre infinitas moléculas de una nave solar, hay una que está probando a todos; incluso a los Padres Solares; es lo que se llama entre los tripulantes, la sorpresa molecular; esto ocurre entre jerarquías iguales o menos en poder, con respecto a la molécula numeral que los prueba, y la jerarquía de los Padres Solares; el número viviente entabla conversaciones telepáticas con los tripulantes de los platillos voladores; y entre ellos se hacen demostraciones de poder; el poder para los tripulantes de los platillos voladores, es poder creador; ellos rivalizan amorosamente en quién puede más y quién puede menos; el más es para ellos lo colosal; y el menos es lo microscópico; el más es penetrar en el macrocosmo y el menos en el microcosmo; y rivalizan quién hace lo sublime en la más microscópica unidad de tiempo; en esta amorosa rivalidad de poderes creadores, se ven formas de magnetismo desconocidos, que asombran a los protagonistas celestiales; son demostraciones de poderes, venidos de lejanos y desconocidos sistemas de vida; todo lo aprendido en lejanas galaxias, se demuestra cuando los Padres Solares se encuentran en el espacio; la ciencia que se aprendió en determinado mundo, se demuestra en las criaturas por los colores ó áureas o fluidos solares; esta ley de lo que se fué en tiempos y lugares remotísimos, constituye la sal de la vida, del verbo solar; la unidad más microscópica de la sal de la vida, son las ideas; las ideas vienen a ser las más primitivas ondas solares; el número viviente también se expresa por ondas; y su número de jerarquías de ondas numerales, no tiene fin; el número viviente estando unido a la galaxia de un platillo volador, hacen amistades con todos los divinos querubines de inocencia solar; sucede que un número viviente es una inocencia que pidió reencarnación en número; el querubín solar, es una inocencia que no a pedido aún reencarnación, se podría decir que el número viviente es un especialista en números; el querubín solar aún no se ha especializado; esta ley es para todo cuanto exsiste; todos sin excepción alguna, tuvieron un principio de inocencia; para el número viviente su inocencia fué saturada por el magnetismo numeral; para la molécula viviente, su inocencia fué saturada por el magnetismo molecular; toda vida que pide el espíritu, es saturación magnética de sensaciones; y no conociendo a ninguna de ellas, los espíritus piden el magnetismo del conocimiento, para conocer lo que no conocían, de antes de pedir forma de vida; la sensación o impulso mental de querer aprender tal o cual cosa, se pidió en el instante en que se pedía volver a nacer de nuevo; y en este pedido de sensación o impulso mental de querer aprender tal o cual cosa, participó el número viviente; y lo hizo en todas las formas de cálculo y límites imaginables; es por esta ley es que no todos buscan perfeccionarse, en una misma forma o método; las limitaciones que se sienten y no se ven, las pidió el mismo espíritu; y habiendo pedido limitaciones que no conocía, prometió a Dios, sobreponerse a las sensaciones que pidió y que para él eran desconocidas; pidió una prueba de vida; el número viviente que participa en la construcción de los platillos voladores, presenció todo pedido hecho por los espíritus humanos; porque todo pedido de vida humana, sus espíritus lo hicieron extensiva a los platillos voladores; si así no hubiese sido, nadie conocería ni la historia ni la psicología de los platillos voladores; jamás nunca se habría Av. José Gálvez # 1775 Lince Lima Perú Telef. 4715921 – 2658326 www.alfayomega.com.pe www.peruufo.com