DIVINA REVELACION ALFA Y OMEGA LA DOCTRINA DEL
CORDERO DE DIOS LA DIVINA CIENCIA CELESTE
eternamente relativa; aunque se constituya en universos eternos; el número
viviente en su desarrollo a través de sus reencarnaciones numerales, va
creando destino numeral; su sal de vida es herencia numérica; tal como en los
espíritus humanos es una herencia dividida entre lo malo y lo bueno; porque
según como se pensó en una exsistencia, así es la herencia o sal de vida; cada
planeta del universo ó cada nave celestial, se hacen sus propios destinos; el
todo sobre el todo sale de sí mismo; esta ley universal la expresó el Divino
Padre Jehová, en su divina parábola y que es una de las más antiguas de la
humanidad: TE GANARÁS EL PAN CON EL SUDOR DE TU FRENTE; quiso
decirle a todos de los de la prueba de la vida, de que todo mérito, para que
sea auténtico, tiene que salir de sí mismo; lo auténtico habla y se expresa
delante de Dios, en sus leyes de autenticidad; tal como todo espíritu pensante,
se expresa en sus leyes de espíritu; nadie es menos delante de Dios; ni lo
auténtico ni el espíritu que escogió en su libre albedrío, a lo auténtico; en el
número viviente se expresan microscópicas sensaciones de cálculo mental; la
psicología numeral varía en grado infinito, los límites relativos de toda
microscópica idea mental; es por esto que ninguna sensación que siente el
espíritu, ninguna es igual a la otra; ni en su sentimiento ni en su límite; en
todo instante el espíritu hace uso de cálculos mentales, en que cada una de
sus ideas, tiene diferente sensación numeral; es por ello que en todo instante
la criatura pensante no siente una misma sensación; el todo sobre el todo es
íntimamente y molecularmente relativo; el número viviente que reencarna en
el platillo volador es el mismo que reencarnó con el espíritu humano; el
principio ó lugar del cosmos de donde salió, es el mismo principio ó lugar, de
donde salió la criatura humana; sucede que se va quedando infinitamente
atrás, el principio primero ó causa primera en todo lo creado; el espíritu
pensante sabiendo que tiene un lugar de origen, se perpetúa reencarnando; es
como un peregrino que en un instante dado, abandonó su hogar; abandonó la
casa de Jehová; más, jamás olvida su primer hogar; en muchos platillos
voladores los espíritus ven su lugar de origen; y todos se prometen
mutuamente, volver a su lugar de origen con la misma inocencia conque
salieron; el número viviente se comporta