Test Drive | Page 75

DIVINA REVELACION ALFA Y OMEGA LA DOCTRINA DEL CORDERO DE DIOS LA DIVINA CIENCIA CELESTE eternamente relativa; aunque se constituya en universos eternos; el número viviente en su desarrollo a través de sus reencarnaciones numerales, va creando destino numeral; su sal de vida es herencia numérica; tal como en los espíritus humanos es una herencia dividida entre lo malo y lo bueno; porque según como se pensó en una exsistencia, así es la herencia o sal de vida; cada planeta del universo ó cada nave celestial, se hacen sus propios destinos; el todo sobre el todo sale de sí mismo; esta ley universal la expresó el Divino Padre Jehová, en su divina parábola y que es una de las más antiguas de la humanidad: TE GANARÁS EL PAN CON EL SUDOR DE TU FRENTE; quiso decirle a todos de los de la prueba de la vida, de que todo mérito, para que sea auténtico, tiene que salir de sí mismo; lo auténtico habla y se expresa delante de Dios, en sus leyes de autenticidad; tal como todo espíritu pensante, se expresa en sus leyes de espíritu; nadie es menos delante de Dios; ni lo auténtico ni el espíritu que escogió en su libre albedrío, a lo auténtico; en el número viviente se expresan microscópicas sensaciones de cálculo mental; la psicología numeral varía en grado infinito, los límites relativos de toda microscópica idea mental; es por esto que ninguna sensación que siente el espíritu, ninguna es igual a la otra; ni en su sentimiento ni en su límite; en todo instante el espíritu hace uso de cálculos mentales, en que cada una de sus ideas, tiene diferente sensación numeral; es por ello que en todo instante la criatura pensante no siente una misma sensación; el todo sobre el todo es íntimamente y molecularmente relativo; el número viviente que reencarna en el platillo volador es el mismo que reencarnó con el espíritu humano; el principio ó lugar del cosmos de donde salió, es el mismo principio ó lugar, de donde salió la criatura humana; sucede que se va quedando infinitamente atrás, el principio primero ó causa primera en todo lo creado; el espíritu pensante sabiendo que tiene un lugar de origen, se perpetúa reencarnando; es como un peregrino que en un instante dado, abandonó su hogar; abandonó la casa de Jehová; más, jamás olvida su primer hogar; en muchos platillos voladores los espíritus ven su lugar de origen; y todos se prometen mutuamente, volver a su lugar de origen con la misma inocencia conque salieron; el número viviente se comporta