DIVINA REVELACION ALFA Y OMEGA LA DOCTRINA DEL
CORDERO DE DIOS LA DIVINA CIENCIA CELESTE
su sensación; porque todo lo imaginable se pidió a Dios, porque nada conocía
el espíritu pensante; y ejércitos sin límites estaban presentes, cuando todo
espíritu pidió reencarnación humana; este ejército estaba compuesto por
querubines del todo sobre el todo; y entre las multitudes estaban las
moléculas, de las que forman parte el cuerpo humano, y el planeta Tierra; lo
material y lo pensante se vuelven multitudes en el reino de los cielos; estos
inmensos ejércitos del todo sobre el todo, los encabezan las trinidades
moleculares; porque son ellas las que definen la escencia que tendrá la
materia del futuro mundo y de la futura constitución física de sus criaturas; las
santísimas trinidades como se les llama en el reino de los cielos, dirigen las
características que a futuro tendrá la naturaleza de un planeta; en toda
reencarnación
intervienen
infinitos
magnetismos,
provenientes
del
magnetismo viviente de los soles; en el reino de los cielos, donde la palabra
imposible no exsiste, la inteligencia se expresa en la materia y la materia se
expresa a través de la inteligencia; la molécula posee libre albedrío de
molécula, tal como el espíritu posee libre albedrío de espíritu; la trinidad
molecular dirige y observa todos los detalles de una reencarnación; la ley de
las moléculas es ley de transformación eterna; de una geometría molecular
pasan a otra; tal como el espíritu de una exsistencia pasa a otras; y las
moléculas van ascendiendo en jerarquías hasta llegar a ser moléculas solares
ó trinidades moleculares; el todo sobre el todo no se detiene en una sola
definición; porque eso sería limitarse así mismo; el que se limita así mismo, es
porque quiere; el infinito en Dios lo invita a perfeccionarse eternamente; la
molécula tal como el número viviente, siempre lo acompañarán cuando se
decida volver a conocer otra forma de vida; la molécula está subordinada al
divino querubín de la materialización; es como un microscópico reino cuya
grandeza está en la eterna cohesión y expansión de ser lo que se es; la
molécula en un platillo volador, se unen unas a otras, cumpliendo leyes
geométricas-solares; cuyo origen parte de las mentes solares; y el divino
mandato de reencarnación está en el divino verbo solar; es así que toda
molécula posee una geometría hereditaria que se remonta a infinitos soles ó
verbos; la geometría molecular cumple un divino plan cuya elevada jerarquía
de perfección, se va demostrando en los colosales planetas y soles del
universo; la geometría de lo microscópico es como una semilla que al
desarrollarse, abre destino a lo colosal; en el reino de los cielos a esta ley se la
llama expansión geométrica microbiana; y en la eterna identificación de quien
es quién, se llega a la individualidad molecular; tal como se llega a la
individualidad numeral ó a la individualidad espiritual; la identificación ó
presentaciones de infinitas individualidades, provenientes del cosmos infinito,
dá lugar en el reino de los cielos, a escenas conmovedoras y a desconocidas
sabidurías; la sabiduría revoluciona a la sabiduría; la molécula V