receptores sensoriales de los órganos de los sentidos hasta los centros nerviosos
(encéfalo y médula espinal) y de ahí a los órganos efectores o músculos.
Se encarga de establecer relaciones entre el organismo y su ambiente exterior, ya
que por medio de la irritabilidad (en metazoarios inferiores) o de la sensibilidad (en
los organismos más evolucionados). Está complementado por los órganos de los
sentidos que actúan como receptores de estímulos.
Sistemas de servicio interno
Estos sistemas intervienen en el metabolismo celular y en los procesos de homeostasis o
autorregulación del organismo. Comprende los siguientes sistemas.
Sistema neuroendocrino. Está constituido por las glándulas de secreción interna,
cuyos productos u hormonas se vierten directamente a la sangre. Está encargado de
producir hormonas, sustancias químicas que se producen en las glándulas
endocrinas. Las hormonas regulan las actividades como el crecimiento y la
reproducción. Trabaja en íntima relación con el sistema nervioso y así coordinan el
funcionamiento de los otros sistemas.
Sistema digestivo. Degrada los alimentos en moléculas simples para que éstas
puedan entrar en las células. El proceso de transformación de los alimentos se como
digestión. Por lo tanto, su función consiste en ingerir alimentos, digerirlos y
desdoblarlos en sustancias sencillas que son absorbidas por las vellosidades
intestinales para distribuirlas a todo el organismo. Los desechos son conducidos al
exterior como excrementos. La digestión de los animales se efectúa fuera de la
célula; el tubo digestivo de los vertebrados se divide en órganos especializados, los
cuales captan, transportan y transforman el alimento.
Sistema circulatorio. Actúa como enlace entre los sistemas digestivo, respiratorio y
excretor. Se encarga de la distribución de las sustancias que las células necesitan,
como alimentos, oxígeno y hormonas; también se ocupa de recoger los productos de
desecho de la nutrición para llevarlos hasta los sitios de expulsión. En otras palabras,
por medio de la sangre transporta alimento y oxígeno a todas las células y recoge
materiales de desecho metabólico. El líquido circulante de los animales invertebrados
o hemolinfa se distribuye en el cuerpo por los vasos sanguíneos; en los vertebrados,
la sangre se distribuye a través de conductos llamados arterias, capilares y venas, en
ambos casos el líquido es impulsado por el corazón.
Sistema respiratorio. Es el encargado de efectuar el intercambio gaseoso entre la
sangre y el ambiente exterior. En los animales tiene como finalidad obtener oxígeno
para liberar la energía almacenada en los alimentos. Algunos animales, como la
lombriz, obtienen el oxígeno directamente del medio, a través del tejido epidérmico;
otros animales consiguen el oxígeno por medio de órganos especializados, como las
tráqueas de los insectos, las branquias de los peces, los sacos aéreos de las aves y
los pulmones de los anfibios, reptiles y mamíferos. Los animales más simples tienen
respiración por difusión a través de la piel, y los más evolucionados existen
branquias, tráqueas o pulmones.
Sistema excretor. Su función consiste en expulsar del organismo los desechos del
metabolismo celular (agua, sales minerales y ciertas sustancias tóxicas para el
organismo) e intervenir en la osmorregulación. Los animales poseen órganos
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