Por la tarde, visitamos el lago Malta, un lago artificial
donde se pueden practicar diferentes deportes, como
esquiar sin nieve. Los tres nos subimos con Amelia a
una montaña rusa en la que se iba en trineo y tú mismo
controlabas la velocidad, ¡una pasada!
Terminamos la visita con compras en un centro
comercial y una cena de despedida. ¡Gracias Polonia!
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