enamorado simple; y acabada la comedia y desnudándose de los vestidos della, quedan todos los
recitantes iguales.
-Si he visto -respondió Sancho.
-Pues lo mesmo -dijo don Quijote- acontece en la comedia y trato deste mundo, donde unos hacen
los emperadores, otros los pontífices, y, finalmente, todas cuantas figuras se pueden introducir en
una comedia; pero en llegando al fin, que es cuando se acaba la vida, a todos les quita la muere las
ropas que los diferenciaban, y quedan iguales en la sepultura.
-Brava comparación -dijo Sancho-, aunque no tan nueva, que yo no lo haya oído muchas y diversas
veces, como aquella del juego del ajedrez, que mientras dura el juego, cada pieza tiene su panicular
oficio; y en acabándose el juego, todas se mezclan, juntan y barajan, y dan con ellas en una bolsa,
que es como dar con la vida en la sepultura.
-Cada día, Sancho -dijo don Quijote-, te vas haciendo menos simple y más discreto.
-Sí, que algo se me ha de pegar de la discreción de vuesa merced -respondió Sancho-; que las tierras
que de suyo son estériles y secas, estercolándolas y cultivándolas vienen a dar buenos frutos: quiero
decir que la conversación de vuesa merced ha sido el estiércol que sob &R