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La luz, que nunca sufre, me guía bien. L A S O JORGE GUILLÉN, en Cántico ...Después de todo, cuando estás enamorado, quieres contárselo a todo el mundo. Por eso, la idea de que los científicos no hablen al público de la ciencia me parece aberrante. CARL SAGAN C A N A M A Si la historiaA de laLhumanidad ha de relatarse a partir de sus hitos tecnolóS gicos, es indudable que el desarrollo de las fuentes de emisión láser y sus apli- Prólogo caciones desde los años 60 del pasado siglo es uno de ellos. Culturalmente, ha significado el dominio de la luz, uno de los fenómenos naturales más ininteligibles y, fruto de ello, evocadores para las mentes de nuestros antepasados y coetáneos. Durante milenios, el ser humano ha sido mero espectador de sus efectos, primordialmente hacer visible la naturaleza, transmitir calor a los objetos y producir caprichosos fenómenos al atravesar las gotas de lluvia o un cristal. El desarrollo de los láseres ha supuesto una verdadera revolución tecnológica, probablemente del calibre de la invención de la máquina de vapor o de los circuitos electrónicos integrados. Costaría encontrar un sector tecnológico en el que el láser no tenga o haya tenido una contribución resaltable. Y, sin embargo, ha sido una revolución silenciosa, casi imperceptible y armoniosa, como la propia luz. A la mayoría de la gente le costaría decir algo más allá de que el láser es luz. Seguramente muy pocos podrían explicar qué principios hacen útiles a los láseres en telecomunicaciones, cómo se emplean en la corrección de la miopía de un paciente o cuáles son los fenómenos físicos que explican la capacidad de un láser para incluso llegar a producir la fusión nuclear. Desde siempre, los científicos y tecnólogos han encontrado dificultades no sólo para explicar su trabajo sino incluso para justificarlo ante la sociedad. Hoy en día las actividades científicas y tecnológicas absorben una porción de recursos materiales, financieros y humanos como nunca antes en la historia del ser humano. De ahí que se haga perentorio encontrar el camino para informar a nuestros conciudadanos de cómo y en qué se emplean esos recursos y demostrar que el objetivo principal de la ciencia, la ampliación del conocimiento de la naturaleza, atañe a todos ellos y no solamente a los profesionales. L A S O C A N M A A L S A 7