Test Drive | Page 134

L A S O La idea de construir láseres cada vez más intensos ha sido una constante desde sus inicios. Se sabe que la interacción láser-materia depende de una serie de parámetros entre los que destacan la longitud de onda y la intensidad del láser. Normalmente uno acostumbra a pensar en la fenomenología que sucede cuando un fotón incide sobre un átomo o una molécula desde el punto de vista einsteniano del efecto fotoeléctrico (ver Cap. 1). Eso es verdad a bajas intensidades. Sin embargo, cuando la intensidad es muy alta, ¿qué pasa si dos fotones inciden a la vez sobre un átomo? y, sobre todo, ¿qué pasa si miles de fotones inciden de golpe sobre ese mismo átomo? Seguramente, la fenomenología cambiará. Hoy en día es posible hacer que miles de fotones incidan sobre un átomo de golpe (de golpe quiere decir, en este contexto, en pocos femtosegundos). Este nuevo marco de la física es lo que ahora se denomina óptica extrema y será el objeto del presente capítulo. Para esto lo hemos dividido en dos partes. La primera parte trata de cómo se pueden generar fuentes de luz tan intensas. La segunda parte trata de la nueva fenomenología que aparece cuando la materia interacciona con láseres muy intensos. El objetivo de este capítulo es dar una idea de que los láseres intensos están abriendo nuevas fronteras de la física. Con las intensidades disponibles en la actualidad surgen aplicaciones que parecían imposibles hace poco más de una década. Desde que emergió la tecnología láser se ha intentado aumentar cada vez más la intensidad de los mismos. De esta manera se idearon los amplificadores láser, sistemas que a partir de un haz láser, ofrecen una salida de mayor potencia. Para precisar un poco más, se suele llamar oscilador al láser que genera los pulsos. Así podemos diferenciarlo de lo que es propiamente el amplificador. En otras palabras, un oscilador amplifica por emisión estimulada un fotón inicial generado por emisión espontánea mientras que en un amplificador hay algo de radiación láser a la entrada que se amplifica por emisión estimulada. Por eso osciladores y amplificadores comparten muchos conceptos. En la mayoría de láseres que nos interesan ahora, el bombeo procede de otro láser (de pulsos de nanosegundo o continuos). En resumen, un amplificador es semejante a un láser, ya que consiste en un medio activo habitualmente igual al que ha generado la luz inicial, el oscilador. A base de poner más energía de bombeo, podríamos amplificar más y más, aparentemente sin límite. Pero eso no es así de sencillo. Si amplificamos por encima de una cierta densidad de energía (energía/volumen), sufrimos un deterioro del medio amplificador debido a que superamos su umbral de daño, C A N A M L A A S L A S O C A N M A A L S A 145