reorganizar sus infraestructuras y centrar sus esfuerzos en las rutas por tierra, y por tanto
negociar con los cárteles del momento en Méjico (Tijuana, Juárez, golfo y Sinaloa).
A partir de del siglo XXI comienza la verdadera guerra del estado contra los protagonistas
del tráfico de drogas en México, desaparecen algunos cárteles históricos (cártel de
Guadalajara/Jalisco), en otros se produce una escisión (cártel de Beltrán y Leyva nace de
una separación del cártel de Sinaloa), varios crean su brazo armado (el cártel del golfo crea
los Zetas y el de Sinaloa a Gente Nueva) y otros nacen con muchísima fuerza (Jalisco
nueva generación).
A partir de entonces la actividad de los cárteles, además del control de las drogas y las
rutas comerciales, pasa a especializarse en el tráfico de seres humanos y armamento y en
la lucha armada entre organizaciones criminales.
Hoy en día En México existen 9 cárteles del narcotráfico que operan a través de 43 células
delictivas.
4.5 Tradición: corrupción continuada
La corrupción en México es un factor que se reproduce como consecuencia de un sistema
político construido con el fin de controlar el poder y asegurar los intereses de la burocracia
que lo conforma; y como resultado de una legislación enrevesada y poco definida, que
garantiza el poder de las élites administrativas, que en muchas ocasiones se encuentran
involucradas en el tráfico de drogas.
En México los intereses privados ejercen presión e influyen políticamente de manera
informal sobre el gobierno y las instituciones estatales, gracias al dominio externo que
poseen sobre otros ámbitos consustanciales para el desarrollo de la democracia como es el
comercio o la economía.
México no cuenta con una tradición democrática de largo recorrido. Las instituciones
mexicanas se han construido sin tener en cuenta una visión a largo plazo que tenga como
objetivo el desarrollo de una política democrática que ya se ha puesto en marcha en
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