TESCHI-BOLETIN N° 5 | Page 6

“El hombre que inventó el siglo XX Nikola Tesla. El genio olvidado. y su preocupación era que los nazis llegaran a tener esos archivos. Tal vez nunca sepamos lo que venía en algunos de sus escritos que probablemente no eran de dominio público, lo que si sabemos es qué sus ideas se adelantaron un siglo a su tiempo. Hace más de 100 años la tecnología de Tesla ya era “Verde”, él veía el futuro de los combustibles fósiles, le asustaba la velocidad en que se consumían los combustibles no renovables, en ese entonces era el carbón y recién habían recurrido al petróleo pero predijo que pronto habría la necesidad de buscar nuevas fuentes de energía. En 1901, patentó un aparato para la utilización de la energía radiante, la patente hace referencia al sol y otras fuentes de energía radiante como los rayos cósmicos. Por último Tesla decía que tenía contacto extraterrestre, Tesla pensó en construir un capacitor discoidal con suficiente tamaño como para que este empuje le permitiera volar, la máquina también podría operar bajo el agua, otros pequeños capacitores permitirían controlarlo en cualquier dirección e incluso un sistema de estabilización y control giroscópico de accionamiento eléctrico estaba previsto, junto con características tan avanzadas como pantallas de video y cámaras externas para los puntos ciegos de los pilotos, por debajo de la nave, increíblemente debo destacar que si miran con atención las pantallas de los operarios ¡son planas!. El secreto radicaba en que el Saucer no llevaba encima su fuente de energía, debía ser energizado por las torres de transmisión inalámbrica que Tesla desarrollaba, al abandonarse éstas, todo cayó en el olvido. En 1907, Cuando Tesla llegó a Estados Unidos, llevaba bajo el brazo los planos para la construcción del primer Platillo Volador del mundo, que volaba sin necesidad de energía externa. Tenía intención de presentarlos en la convención de Ginebra como solución para lograr la paz mundial y para la liberación de la energía. Tenía fantásticas teorías sobre el magnetismo y la anti gravedad, así como sobre otras formas de “energía libre“. La tecnología de la autopropulsión, inventada por Tesla, fue la base de las naves espaciales tripuladas que hoy llamamos “platillos volantes“. Pero el gobierno de los Estados Unidos nunca dio a Tesla la oportunidad de poner en práctica todos sus hallazgos. El legado de Tesla es su lado creativo de inventor, la idea de no poner límites al pensamiento y creer que todo es posible. “Que el futuro diga cuál es la verdad y evalué a cada uno, el presente es de ellos, el futuro que es por lo que de verdad trabajo es mío”, Nikola Tesla.