“El hombre que inventó el siglo XX
Nikola Tesla. El genio olvidado.
y su preocupación era que los nazis
llegaran a tener esos archivos. Tal vez
nunca sepamos lo que venía en algunos de sus escritos que probablemente no eran de dominio público, lo
que si sabemos es qué sus ideas se
adelantaron un siglo a su tiempo.
Hace más de 100 años la tecnología
de Tesla ya era “Verde”, él veía el futuro de los combustibles fósiles, le
asustaba la velocidad en que se consumían los combustibles no renovables, en ese entonces era el carbón
y recién habían recurrido al petróleo
pero predijo que pronto habría la necesidad de buscar nuevas fuentes de
energía.
En 1901, patentó un aparato para la
utilización de la energía radiante, la
patente hace referencia al sol y otras
fuentes de energía radiante como los
rayos cósmicos.
Por último Tesla decía que tenía contacto extraterrestre, Tesla pensó en
construir un capacitor discoidal con
suficiente tamaño como para que
este empuje le permitiera volar, la
máquina también podría operar bajo
el agua, otros pequeños capacitores
permitirían controlarlo en cualquier
dirección e incluso un sistema de estabilización y control giroscópico de
accionamiento eléctrico estaba previsto, junto con características tan
avanzadas como pantallas de video
y cámaras externas para los puntos
ciegos de los pilotos, por debajo de la
nave, increíblemente debo destacar
que si miran con atención las pantallas de los operarios ¡son planas!. El
secreto radicaba en que el Saucer no
llevaba encima su fuente de energía,
debía ser energizado por las torres
de transmisión inalámbrica que Tesla desarrollaba, al abandonarse éstas,
todo cayó en el olvido.
En 1907, Cuando Tesla llegó a Estados Unidos, llevaba bajo el brazo los
planos para la construcción del primer Platillo Volador del mundo, que
volaba sin necesidad de energía externa. Tenía intención de presentarlos
en la convención de Ginebra como
solución para lograr la paz mundial y
para la liberación de la energía. Tenía fantásticas teorías sobre el magnetismo y la anti gravedad, así como
sobre otras formas de “energía libre“.
La tecnología de la autopropulsión,
inventada por Tesla, fue la base de las
naves espaciales tripuladas que hoy
llamamos “platillos volantes“. Pero el
gobierno de los Estados Unidos nunca dio a Tesla la oportunidad de poner en práctica todos sus hallazgos.
El legado de Tesla es su lado creativo
de inventor, la idea de no poner límites al pensamiento y creer que todo
es posible.
“Que el futuro diga cuál es la verdad
y evalué a cada uno, el presente es de
ellos, el futuro que es por lo que de
verdad trabajo es mío”, Nikola Tesla.