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El Nuevo Nadal
Alessandro MAstroluca
"Como artista", escribió Nietzsche, "un
hombre no tiene otro hogar que París".
No hay duda de que lo que Nadal manejó
en las canchas de tierra batida de Roland
Garros este año fue nada menos que el
arte. De hecho, el español demostró ser
el encarnado Ubermensch de Nietzche,
ganando su décimo título en el Abierto de
Francia, una hazaña completamente sin
precedentes. Tan impresionante como el
hecho de que ganó el título fue la forma
en que lo hizo: cayendo sólo un set y
perder sólo 35 juegos, sólo tres más que
la increíble carrera de Bjorn Borg en
1978.
El logro histórico de Nadal se hace aún
más increíble por el hecho de que
apareció todo menos quemado hace tan
sólo seis meses. Pero como ha
demostrado tan a menudo en su carrera,
una vez que golpea el fondo de la roca
puede alcanzar para el cielo otra vez muy
rápidamente.
Tal vez no era el tipo de temporada de
corte de arcilla dominante que él
rutinariamente sacó en su apogeo - él,
después de todo, perdió un partido en
Roma - pero todavía era espectacular en
todos los sentidos. Él ganó 24 partidos, el
mismo número que Djokovic ha
conseguido raspar toda esta temporada,
y que el éxito lo ha llevado a la cima de la
clasificación de la carrera. También ganó
cuatro títulos, incluyendo dos Masters
1000 eventos y un Grand Slam. No está
mal para un jugador que empezó la
temporada como una idea secundaria
detrás de Djokovic, Murray y media
docena de otros jugadores.
Los últimos años han sido un tiempo
oscuro para Nadal, que ha mejorado su
forma varias veces sólo para ser
golpeado por las lesiones. Los rumores
de conflicto dentro de su equipo de
entrenadores comenzaron a circular, y
parecía como si pudiera disparar a todos
sus asesores y empezar de nuevo con la
esperanza de cambiar las cosas. Sin
embargo, nunca llegó a eso, y Nadal dice
que la adversidad que experimentó
recientemente sólo lo hizo más
concentrado y determinado que nunca.