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El Fabuloso Fognini
El eterno enigma
Giorgio Perri
Sigmund
Freud
pasó
gran
parte
de
su
vida
tratando
de
averiguar
que
es
lo
que
impulsa
a
la
gente.
Eros,
Thanatos,
el
ego,
el
superego
y
el
id
...
todos
estos
conceptos
bien
conocidos
exploran
de
una
manera
u
otra
por
qué
las
personas
actúan
de
la
manera
que
lo
hacen.
Por
supuesto,
el
alemán
encontró
muchos
temas
de
prueba
interesantes
en
su
carrera
para
estudiar
y
desarrollar
todos
estos
conceptos,
pero
es
una
lástima
que
no
estuviera
trabajando
cien
años
más
tarde.
Si
hubiera
nacido
sólo
unas
pocas
décadas,
habría
tenido
el
tema
de
prueba
más
fascinante
de
todos
para
trabajar
con:
Fabio
Fognini.
El
italiano
se
divierte
orgullosamente
el
ego
más
grande
en
todo
el
tenis,
y
combina
los
instintos
más
extravagantes
para
la
autodestrucción
que
hemos
visto
siempre
en
un
jugador
del
tenis
(con
disculpas
a
Nick
Kyrgios).
De
hecho,
Freud
habría
podido
estudiar
sólo
a
Fognini
durante
toda
su
vida,
y
aún
no
llegar
al
fondo
de
este
misterioso
personaje.
Fognini
proyecta
una
sombra
tan
grande
sobre
el
tenis
italiano
que
en
la
reciente
Copa
Davis
contra
Bélgica,
el
fin
de
semana
se
convirtió
en
todo
sobre
él
a
pesar
de
que
no
estaba
jugando.
Consciente
de
su
ausencia,
que
atribuyó
a
la
fatiga
después
de
la
oscilación
dura
del
norteamericano
de
la
corte,
Fognini
fue
culpado
por
muchos
un
espectador
para
todo
que
salió
mal
para
los
italianos.
Si
hubiera
estado
allí,
se
dieron
cuenta
de
que
la
estrecha
pérdida
de
3-2
habría
sido
casi
seguramente
evitada.
Una
cosa
que
no
tienen
en
cuenta,
al
parecer,
es
el
propio
Fognini.
Tenerlo
en
la
Copa
Davis
habría
garantizado
nada
más
que
el
hecho
de
que
él
habría
estado
allí.
¿Qué
versión
de
Fognini
habría
aparecido
es
la
suposición
de
nadie.
Podría
haber
ganado
cada
uno
de
sus
partidos
sin
dejar
caer
un
partido,
o
perdido
cada
uno
de
sus
partidos
con
la
misma
puntuación.
Hay
muchas
maneras
de
ilustrar
este
punto,
pero
vamos
a
elegir
dos
partidos,
tres
años
de
diferencia.
Para
este
primer
viaje
de
regreso
a
Monte
Carlo
en
2014,
donde
jugó
Jo-Wilfried
Tsonga
en
la
tercera
ronda.
Los
dos
primeros
conjuntos
eran
una
locura
absoluta,
Fognini
alternando
entre
inexplicable
brillantez
e
inexplicable