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Pelotas nuevas,
por favor todos estuvieran teniendo un
Dominic J. Stevenson más clara y azul agua. Bueno,
Mucho sucedió el año pasado,
tanto en el tour de hombres
como de mujeres. El reloj fue
revertido por los dos grandes
hombres (Roger Federer y
Rafael Nadal) mientras que
una multitud de damas ganó
torneos. Los hombres
sufrieron todo tipo de lesiones,
y que en parte definieron el
año en la ATP, y las mujeres
tuvieron altos y bajos en su
desempeño, ya que la falta de
una líder en la WTA con la
ausencia de Serena Williams
quedó clara, algunas
contendientes, tal vez, pero
nadie se robó el espectáculo.
Venus Williams también
remontó los años, tristemente
solo llegando a ser
subcampeona. Por lo tanto, se
acabó y es el momento
perfecto para hacer un
balance, contemplar el gran
esquema de las cosas del
tenis y centrar nuestra
atención en el próximo año.
Pelotas nuevas, por favor.
Las redes sociales se
alimentaron recientemente
con fotos de jugadores en
diferentes lugares donde la
atención estaba
principalmente en el jugador
rodeado de agua más azul
que el mismo azul, como si
concurso secreto para ver quién
podría estar en una foto con la
todos ganaron. Sin embargo, no
duró mucho, y pronto regresaron,
publicando fotos de sus sesiones
de entrenamiento fuera de
temporada, en preparación para
su tipo de competencia habitual
una vez más. Para ser justos, no
tienen mucho tiempo libre, no si
quieren ser los mejores. Está
claro que no todos aspiran a
serlo, ya que numerosos
romances, sesiones de fotos,
anuncios y otras distracciones
les roban el centro de atención
(aunque ser protagonistas no
puede ser una forma fácil de
crecer y pasar a una edad
adulta, especialmente para
algunos) y sacarles los ojos fuera
del premio. Aquellos con éxito y
aquellos con una carrera longeva
saben lo que se necesita. El
ejemplo está ahí para todos
nosotros. Pero eso requiere un
nivel extra de deseo y pasión por
el deporte, por su trabajo. Lo
azulado del agua, aunque es
algo encantador para compartir
con los fanáticos de las redes
sociales, no es lo que hace a un
gran jugador de tenis. La
temporada baja es clave. Es un
período valioso para redirigir las
esperanzas para las primeras
etapas del año y lo que se
vendrá más adelante. En la
etapa más temprana, puede
sentirse que marcará toda la
temporada. Comenzar bien la
temporada, aunque no sea el final,
puede hacer maravillas tanto en el
ranking como en la confianza a
medida que avanza el año.
Tomemos el ejemplo de Federer
del año pasado. Ni siquiera estaba
seguro de lo que podría manejar
en el Abierto de Australia cuando
regresó de una lesión, y ese éxito
lo impulsó a su mejor año durante
más de media década. Por lo que
le había precedido, quizás él diría
que era su mejor temporada hasta
la fecha, incluso. Sin ese título es
muy discutible que hubiera tenido
el año que tuvo.
2018 se siente como una
temporada épica, incluso antes de
que una pelota haya sido golpeada
competitivamente. 2017 nos dejó
un montón de preguntas sobre los
tours de hombres y mujeres. El
Abierto de Australia comienza
pronto y parece llegar con una
gran incertidumbre en
comparación con otros años.
Comenzando con las damas,
¿jugará Serena, o no? Ha pasado
un tiempo, y hasta que aparezca y
comience su defensa del título,
quién sabe realmente. Si lo hace,
¿podría ella, después del parto y
en los primeros días de la
maternidad después de casi un
año de descanso, volver a su lugar
en la parte superior, y una vez más
reanudar su tiempo en el trono del
tenis femenino? ¿Las otras
mujeres que lucharon por el primer
puesto estarán a la altura del
desafío, y una de ellas se