El asesor ha de comprobar las características específicas de cada cliente, adaptando el asesoramiento en protocolo a sus demandas y necesidades. Una vez realizado el estudio del cliente y valoradas sus demandas, diseñará el plan de actuación y acudirá a otros profesionales si es necesario.
Luego redactará una propuesta en la que incluya criterios de actuación, número apróximado y temporalización, los objetivos a alcanzar cada sesión, las actividades propuestas, los profesionales que intervienen, el calendario de actuación y un presupuesto detallado.
El asesor detallará las pautas para la valoración y seguimiento de las actividades.
A continuación, informará al cliente de la naturaleza de los cambios y las actividades, propuestas, así como de los efectos que producirán en si imagen personal, y solicitará su actuación.
En la última fase archicará la documentación y valorará el trabajo de asesoría realizado.